Lo dijo en una entrevista en Servimedia después de su elección el pasado 25 de mayo para ostentar la dirección del Grupo Social Lares durante los próximos cuatro años, prorrogables por un periodo de tiempo similar.

José Luis Pareja destacó la importancia de auspiciar un “gran pacto” por la dependencia después de que el Consejo Territorial de Servicios Sociales y del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia diese luz verde el año pasado al cambio de modelo de cuidados impulsado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, que establece la atención “libre de sujeciones” y aspira a incrementar el número de trabajadores de residencias para personas mayores y con discapacidad o en situación de dependencia.

Tras aplaudir la forja de ese acuerdo, señaló que de él pende una “espada de Damocles”: la financiación, ya que “el cuidado y la atención de las personas mayores cuesta dinero”. A ello sumó la reclamación de aspirar a que “la atención sea igual, viva donde viva la persona mayor”.

Del mismo modo, deploró que trabajar en una residencia para personas mayores sea considerado “lo último de lo último”, lo que motiva que muchos de sus trabajadores acaben encontrando ocupación en el sector público porque “paga mejor”. “En verano, los centros residenciales nos echamos a temblar porque los trabajadores se van al sector público”, reseñó.

José Luis Pareja dudó de que el periodo electoral sea el momento adecuado para que este pacto pueda germinar, puesto que esta época suele ser como “los Reyes Magos, que no se sabe si traerán regalos o carbón”. A pesar de ello, consideró llegada la ocasión de “sentarnos a hablar”. “Es el momento”, sentenció.

Respecto al cambio de modelo de cuidados impulsado por Derechos Sociales, llamó a “no olvidar la realidad de España, un país eminentemente rico en diversidad de población”, y a la necesidad de “conjugar presente y futuro”, lo que pasa por reducir las listas de espera y por “fidelizar” a los trabajadores de las residencias.

Por último, conminó a tener presente que los centros residenciales se adapten a las necesidades reales de las personas mayores desde la siguiente máxima: “Diseñar espacios para ellos pensando en ellos”.