“Yo siempre he dicho que mis líneas son verde, blanca y negra. Todo lo que tenga que ver con mejorar Extremadura, me van a encontrar”, avanzó en su primera declaración ante los medios tras su victoria electoral desde el hotel AZZ Mérida Medea, donde los populares hicieron seguimiento del escrutinio, aludiendo a los colores de la bandera autonómica.

La cacereña, visiblemente emocionada, fue arropada por los suyos en su primera victoria electoral y se dio un fuerte abrazo con su marido y su hijo que fue el culmen de la noche para ella. Negó tener un sabor “agridulce” por no llegar a la mayoría absoluta y se mostró confiada en que ahora que solo depende de una abstención de Vox gobernará con mayor facilidad.

A preguntas de la prensa, Guardiola no ligó las negociaciones para la investidura a la aprobación del Presupuesto para 2026, pero sí pidió a PSOE y Vox que hagan una “lectura sosegada de las urnas” porque el PP ha “ganado claramente las elecciones”. “Y lo que tienen que hacer”, añadió, “es favorecer el cambio y no bloquear”.

Guardiola se labró una victoria histórica en un bastión histórico del PSOE superando el 43% en porcentaje de voto, sacándole 17 puntos porcentuales a los socialistas e imponiéndose por primera vez a toda la izquierda en esta comunidad. Pero con 29 escaños se queda lejos de la mayoría absoluta –33–, además de perder unos 9.000 votos con respecto a 2023 –que ella vincula a la baja participación– y volver a depender de Vox.

La líder del PP tuvo varios mensajes para el presidente de Vox, Santiago Abascal. Le pidió “reflexionar” si, tras escuchar a las urnas, quiere un gobierno de derechas o uno encabezado por el candidato del PSOE, Miguel Ángel Gallardo. Le replicó que el coste de las elecciones es “infinitamente inferior a la pérdida que es ha supuesto no tener Presupuestos para el año 2026, que eran 600 millones de euros”. Y le preguntó si en la ronda de contactos tiene que llamarle a él o a su cabeza de lista, Óscar Fernández. “Por ser directa ir al grano, vamos”.

También se pondrá en contacto con Gallardo y la candidata de Unidas por Extremadura, Irene de Miguel, a los que espetó el “mal chiste” que supone pedirle la dimisión a quien ha conseguido más del 43% de los votos de los extremeños.

Guardiola sostuvo que ha merecido “la pena darle la voz a los extremeños” aunque el horizonte político sea de inestabilidad, y pidió a todos los partidos analizar de forma tranquila los resultados y actuar con “tranquilidad”.