Crecimiento

Guindos (BCE) advierte de una desaceleración económica “importante” y pide una política fiscal “temporal, ajustada y selectiva”

MADRID
SERVIMEDIA

El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, advirtió este miércoles de una desaceleración económica “importante” y “visible” y llamó a que la política fiscal de los países europeos sea “mucho más temporal, mucho más ajustada y selectiva”.

En una entrevista en COPE recogida por Servimedia, el también exministro español fue preguntado por la posibilidad de una recesión económica y afirmó que no está en el escenario central del BCE, “pero sí una desaceleración importante y visible del crecimiento económico”.

Guindos expuso que el consumo “se está resintiendo”, a lo que se suma la incertidumbre de la guerra en Ucrania, y calificó de “complejo” el escenario que se aviene.

Consideró que la política fiscal de los países “sí puede hacer una contribución” en este contexto, siendo “mucho más temporal, mucho más ajustada y selectiva” al tiempo que se vayan estableciendo planes de estabilidad presupuestaria. “Eso, más pronto que tarde, va a llegar”, aseguró. A eso sumó que “el ciclo político también tiene consecuencias en el ciclo económico”.

Guindos destacó que durante la pandemia hubo “barra libre” para poner en marcha medidas y ayudas que paliaran los efectos de la crisis, mientras que ahora “la Comisión Europea sí va a fijarse con bastante más detalle en los fundamentos de estabilidad de los presupuestos públicos”.

En esta línea, recomendó que se aplique una política fiscal “razonable” y ser “más selectivos” en las ayudas que se den para limitarlas a la población más vulnerable.

“Los países tienen que hacer también sus deberes” y “demostrar a los inversores que tienes un plan a medio plazo que es sensato y que es prudente” de cara a poder colocar deuda pública “a tipos razonables”, incidió.

Por otra parte, al ser preguntado por el tipo de cambio del euro con el dólar, que ya está muy cerca de la paridad, el vicepresidente del BCE explicó que no es un objetivo de la política monetaria que decide el BCE, sino “consecuencia de otros factores”, y que tiene tanto un efecto negativo, encareciendo las importaciones a Europa como pueden ser las de energía, como positivo, abaratando las exportaciones e impulsando la recuperación.

Por último, defendió las decisiones del BCE para bajar la inflación -subida de los tipos de interés y fin de los programas de compras de activos- como una “medicina amarga que hay que tomar” porque retraerá el consumo y el crecimiento económico. “No hay alternativa”, sentenció.

(SERVIMEDIA)
06 Jul 2022
MMR/gja