Discapacidad
Hasta 350 personas con autismo mejoran su calidad de vida gracias al proyecto +RuralTEA
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Hasta 350 personas con autismo, residentes en 130 pequeños municipios de toda España, han visto mejorar su calidad de vida gracias al proyecto +RuralTEA, impulsado por la confederación Autismo España con el apoyo del Fondo Social Europeo (FSE) y de Fundación Mapfre.
Los resultados de esta iniciativa se presentaron este lunes de forma oficial en la sede de la Fundación en Madrid. En ella participaron, además, diez entidades: asociación Astrade (Región de Murcia), Asociación Autismo Segovia, Asociación Autismo Sevilla, Asociación Autismo Valladolid, Asociación Autismo Zamora, Asociación Desarrollo-Autismo Albacete, Asociación Mundo Azul Palencia, Fundació Autisme Mas Casadevall (Girona), Fundación Menela (Galicia) y Fundació Mira’m (Valencia).
En conjunto, el programa ha llegado a 130 municipios de menos de 30.000 vecinos y una densidad poblacional inferior a los 100 habitantes por metro cuadrado de 10 provincias en siete comunidades autónomas.
Según el director general de Autismo España, Jesús García Lorente, “su objetivo fue acercar los recursos y los apoyos personalizados” que las personas con TEA del mundo rural necesitan y que, por lo general, resultan de más difícil acceso. “La dispersión geográfica, la ausencia de servicios especializados, la falta de profesionales, la poca disponibilidad de transporte y las distancias suponen graves barreras para que las personas con TEA y sus familias puedan participar de los recursos que precisan", denunció, lo que “provoca una doble discriminación”.
Por ello, +ruralTEA ha trabajado de forma integral no solo con los beneficiarios directos, sino también con sus familias, los ayuntamientos, el profesorado, los profesionales y otras asociaciones del entorno.
Así lo aseguró Garazi Oregui, de la confederación Autismo España, que dentro de este proyecto ha impulsado campañas de sensibilización en los municipios ;formaciones para mejorar la capacitación de los profesionales que prestan acompañamiento a estas personas; jornadas de divulgación en colegios y centros sociales; encuentros y actividades con las familias; dinámicas de participación comunitaria, y alianzas con redes del entorno.
“Se han ofrecido apoyos y recursos individualizados, adaptados a su entorno y circunstancias, a 350 beneficiarios directos, pero siempre contando con sus familias”, declaró Oregui. También explicó que, con este objetivo, las entidades utilizaron una herramienta diseñada de forma específica para personas autistas, que permite evaluar su calidad de vida desde varias perspectiva. El cuestionario se pasó de forma previa, “y con sus resultados elaboramos los planes individualizados”, apuntó, y “una vez concluida la intervención”, a fin de evaluar su eficacia.
RESULTADOS
Según sus conclusiones, “todos los participantes mejoraron su calidad de vida y, además, los diagnósticos (de personas con TEA) aumentaron”, indicó García Lorente. También “hemos demostrado que el proyecto es sostenible y perfectamente replicable a gran escala”, destacó.
En su opinión, “es una prueba de que cuando entidades sociales, administraciones y el sector privado unimos fuerzas obtenemos buenos resultados”. El público potencial podrían ser las 74.700 personas con TEA y sus familias que viven en el mundo rural.
Esta cifra se obtiene de aplicar el porcentaje del 1% -prevalencia del autismo en la población española- a los habitantes en pequeños municipios que estima el Ministerio de Agricultura, tal y como detalló Paloma Contreras, técnica de proyectos de la confederación. Todas ellas se “enfrentan a barreras adicionales” que “pueden conducir a un mayor aislamiento, mayor retraso en los diagnósticos, menor participación social y más invisibilidad. Sin embargo, admitió, el entorno rural también puede resultar muy beneficioso para estas personas. La mayor proximidad de las redes sociales, una menor cantidad de estímulos y la cercanía de la naturaleza son, a su juicio, factores positivos para las personas con TEA y sus familias.
Por su parte, la directora de Fondos Sociales en Fundación Mapfre, Lola Moya, agradeció el trabajo de todos los profesionales , los equipos y las asociaciones que han participado en el proyecto. Reflexionó que si en España se calcula que hay 470.000 personas con algún tipo de trastorno autista y solo 100.000 diagnosticadas, “tenemos 370.000 que no están recibiendo los poyos que requieren”. De ahí la utilidad de este tipo de proyectos, que “en el fondo buscan un acceso equitativo a los servicios y una garantía de justicia social” para quienes más lo necesitan.
(SERVIMEDIA)
22 Sep 2025
AGQ/mjg