Estas tasas serían de entre 15.000 y 30.000 pesetas para un crédito entre 5 y 10 millones de pesetas puesto que se habrían evitado las comisiones de cancelación y apertura, los gastos de tasación, registro y gestoría, así como el Impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados.

Esta propuesta, que ha sido hoy explicada en rueda de prensa por el presidente del Consejo General de Colegios de Corredores de Comercio, Enrique de la Torre, acompañado de otros miembros del consejo, ha sido remitida en los días pasados al Gobierno, en el contexto de una reforma más profunda del mercado hipotecario.

El informe que estos fedatarios públicos han enviado al Ministro de Economía responde a la solicitud que este les ha formulado en estas semanas, para conocer su opinión de cara a la pueta en vigor de una orden ministeriasl que el departamento de Pedro Solbes está preparando ssobre "transparencia en los créditos hipotecarios".

Los corredores de comercio abren con esta propuesta, en la que no se tocaría la garantía hipotecaria, un importante debate que involucrará a las principales entidades bancarias del país, que son las que más se resisten a una generalización de las rebaja de los tipos de intreés, así como al propio cuerpo de Notarios, que podrían perder una fuente de ingresos al o modificarse las hipotecas, siendo estos últimos los únicos fedatarios públicos capacitados para intervenir en la constitución y cancelación de las hipotecas, al ser escritura pública.

La propuesta de los corredores de comercio, que ya se está aplicando por algunas cajas de ahorro, quiebra la argumentación principal que vienen sosteniendo algunas entidades bancarias para rebajar sus tipos de interés en los créditos ya otorgados que consiste en afirmar que para ello habría que cancelar la antigua hipoeca y constituir una nueva, incurriendo en unos altos costes.

Los corredores de comercio contradicen este argumento al poner de manifiesto la total separación entre el contrato de préstamo y el de garantía hipotecaria. Si la única variacion es el tipo de interés, permaneciendo inalteradas el resto de las condiciones, basta con una modificación del tipo de interés, que únicamente requiere la intervención de este fedatario público en cuanto a esa modificación en el contrato de préstamo.

Esta fórmul puede, además, convertirse en un argumento comercial de las propias entidades bancarias para mantener al cliente e impedir que se vaya a otra entidad al poder refinanciar el crédito con un bajo coste en la entidad que se lo concedió.

Aunque este colectivo de fedatarios públicos afirma que su única intención es la de colaborar para encontrar soluciones que supongan una más rápida rebaja de los tipos de interés hacia el usuario del crédito, y con unos menores costes, sus dirigentes han lanzado una la oensiva que va mas allá al reclamar que los corredores puedan actuar dando fé pública en las propias hipotecas, función reservada hasta ahora a los notarios.

Tanto los notarios como los corredores de comercio estuvieron en el punto de mira del anterior gobierno, que a través de su ministro de Justicia, Tomás de la Cuadra, quiso poner en marcha una reforma de sus funciones y procedimientos, reforma que, sin embargo, tras las eleeciones del pasado mes de junio ha quedado "aparcada".