Así lo indicó en el X Foro Industrial organizado por El Economista, en el que participó en una mesa redonda junto al consejero delegado de Endesa; el consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Cortázar; el presidente de Indra, Marc Murtra; el presidente de Mutua Madrileña, Ignacio Garralda; Mario Ruiz-Tagle; la presidenta de Adif, María Luisa Domínguez; el presidente de Agbar, Ángel Simón; y el consejero delegado de Acerinox, Bernardo Velázquez.

Ruiz-Tagle apuntó que el motivo por el que existe “tanta tensión” por la evolución de la instalación de energía renovable es porque hay una “relación estrechísima” entre esta y la autonomía estratégica de un país. Para el máximo directivo de la energética en España, la sociedad ha detectado un problema de “dependencia” con los combustibles fósiles, con el que se ha convivido con “cierto grado de letargo”.

Asimismo, indicó que la transición energética “pasa por construir más redes”, no solo en el sentido de extender la red, sino también “fortalecerla” y que esta llegue a los hogares o la industria “a un precio competitivo”. En este sentido, reivindicó el almacenamiento de la energía como un elemento clave para esta cuestión.

“Mientras tengamos el precio vinculado a los combustibles fósiles nos vamos a enfrentar una volatilidad enorme”, indicó. Ruiz-Tagle apuntó que herramientas como la inteligencia artificial o la gestión del dato apuntan a la “estabilidad de precios a largo plazo”, que es el “gran modelo” por el que la energética apuesta.

Por su parte, Bogas (Endesa) alertó de que, pese a la necesidad de disminuir la dependencia de los combustibles fósiles, “la mayoría de nuestro sistema energético y el crecimiento económico está basado” en estos, por lo que esa pretensión no es “menor”.

En este sentido, reclamó una “coordinación” entre las políticas energéticas y la regulación porque “parece que van por caminos distintos”. Además, recalcó que, para lograr una transición energética exitosa, el proceso tiene que ser “competitivo para el cliente y rentable para el inversor”. “Muchas veces nos olvidamos de que tiene que ser rentable, si no lo es, nos estamos jugando la sostenibilidad”, advirtió.

Además, trasladó sus “dudas” sobre que se puedan alcanzar los objetivos de electrificación marcados para el año 2030 (28%) y para 2050 (50%), cuando actualmente se encuentra en un 22%, dos puntos más que en 2021. “Esto es una tarea inmensa y difícil que incluso yo a veces tengo dudas de que seamos capaces de lograr alcanzar este nivel”, apuntó.

También indicó que se han puesto “demasiadas expectativas en el corto plazo” en el hidrógeno pues es un combustible que “tiene que llegar” a sectores industriales “donde la electricidad no puede” como el acero, el amoníaco o el transporte pesado.

AUTONOMÍA ESTRATÉGICA

Por otro lado, Murtra (Indra) subrayó que, con el conflicto en Gaza, se está viendo “en tiempo real” la importancia de la autonomía estratégica, que, en el caso de Israel, “significaría poder tomar las decisiones respecto a la seguridad que considere ese país que debe de tomar”.

“Eso hay que trasladarlo y así se ha hecho a nivel de España”, explicó. En este sentido, apuntó que hay operadores estatales o paraestatales con la “ética del velocirraptor” con unos límites que “no son los nuestros” y una dinámica “muy difícil de entender” y subrayó también que el enemigo “siempre quiere sorprender” para evitar las defensas de un Estado por lo que hay que trabajar en lo que no se conoce.

BANCA Y TRANSPORTE

Cortázar (CaixaBank) indicó, por su parte, que la sostenibilidad “ha cambiado el paradigma de la banca”, que estaba acostumbrada a tomar decisiones “en base a retorno y riesgo” y ahora incluye el impacto en el planeta. “A la hora de conceder un crédito, algo que aplica fundamentalmente a las grandes empresas, pero cada vez va más a pymes y familias, tenemos que ver cuál es el retorno, el precio, el riesgo y cuál es el impacto que tiene en el planeta. Podremos negar créditos que tengan un buen perfil de riesgo y retorno porque tengan un mal impacto”, explicó, añadiendo que “hace 10 años a nadie se lo hubiera ocurrido que íbamos a dar créditos a tener en cuenta este tipo de consideraciones”.

En cuanto a la inteligencia artificial, señaló que no van a dejar “al menos en el futuro inmediato” que sean las máquinas quienes asesoren a los clientes, pero sí que estas permitan a los asesores tener “la mejor información”.

En el ámbito del transporte, la presidenta de Adif indicó que la entrada de nuevas compañías está permitiendo aprovechar “mucho mejor” la red de alta velocidad y hacer un trasvase de los pasajeros del avión al ferrocarril hasta situar, por ejemplo, la línea Madrid-Barcelona en un 80% a favor del tren.

No obstante, el desafío ahora es “captar” a los viajeros por carretera de trayectos como el de Madrid a la costa de Levante, algo que es “más complicado” porque los tiempos de viaje son más cortos. Pese a ello, indicó que con los nuevos operadores “se está notando” asimismo este trasvase.

Respecto al tráfico de mercancías, apostó por la autopista ferroviaria como solución a la competencia entre el transporte por carretera o por ferrocarril. Así, se trataría de realizar una colaboración entre ambos modos de transporte en el tren se encargue de la distribución en distancias largas y los camiones en las zonas de radio corto.

Por parte de Mutua, Garralda señaló que la tendencia hacia el coche eléctrico no va a afectar “demasiado” en el sector asegurador porque “aunque tiene muchos menos componentes”, la pila “sigue siendo muy cara y además no es reparable, hay que sustituirla”. Además, recalcó que los jóvenes “no quieren coche” porque lo que antes “era un símbolo de libertad” ahora es “una carga”.

La otra gran tendencia que el sector detecta de cara al seguro está en la salud, fruto de la consolidación de una sociedad envejecida. El directivo indicó que, aunque el servicio de salud universal es “inatacable” la demanda de los particulares es “galopante” por lo que se necesita al sector privado.

Garralda apuntó que “todavía hay muchos temas que tenemos que tratar y no cabe duda de que la inteligencia artificial va a ser uno de los pivotes sobre los que vamos a tratar de volcarnos para no tener tantos costes”, explicó. “Creo que el sistema de salud español con una sanidad pública eficiente apoyada por una sanidad privada esa será un campo de actuación creciente”, añadió.