LOS INCENDIOS FORESTALES HAN ARRASADO MAS DE 11.500 HECTAREAS EN LO QUE VA DE AÑO
- Cataluña, Valencia y Murciason las comunidades más castigadas
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La sequía y el fuerte viento que estos días azota con especial virulencia la costa mediterránea han convertido la primavera de 1994 en un periodo "negro" en lo que a incendios forestales respecta. En tres meses y medio el fuego ya ha arrasado una superficie mayor que en los cinco primeros meses de 1993.
Los siniestros registrados en l Sierra de Peñagolosa, en Castellón, y en el Parque Natural del Garraf, al sur de Barcelona, han disparado las cifras, que incluso antes de estos incendios revelaban que 1994 está siendo un "mal año".
Más de 11.500 hectáreas, de las cuales más de 4.000 eran arboladas, han ardido desde enero, si bien casi el 70 por ciento están localizadas en las dos zonas citadas. A estos siniestros hay que unir el que se declaró el pasado domingo en Borriol (Castellón).
Juan Carlos Mérida, jefe de la Sección de stadísticas del Icona, manifestó a Servimedia que al contrario de lo que ha ocurrido en años anteriores, el litoral cantábrico y el sur peninsular apenas han sufrido el efecto de las llamas.
Esta circunstancia ha provocado que todos los medios aéreos destinados a la extinción de incendios se hayan desplazado al Levante, donde ya trabajan seis hidroaviones, cuatro más de lo habitual en esta época del año.
También en Albacete y Cuenca el viento ha favorecido la aparición de incendios, aunque en ests provincias no se han registrado siniestros que dañaran más de 90 hectáreas.
PEOR QUE 1993
Las diferencias con respecto a 1993 son preocupantes, a pesar de que apenas hemos superado el primer trimestre del año. En sólo tres meses se han registrado 390 conatos (incendios que no arrasan más de una hectárea) y casi 500 incendios.
El año pasado, hasta el mes de junio surgieron 679 conatos y 1.118 incendios, la mayoría en el norte del país, que arrasaron 10.375 hectáreas, menos superficie que la qu ya ha ardido en 1994. Las cifras demuestran que este año hay menos incendios, pero más importantes.
No obstante, resulta prematuro aventurar que 1994 será peor año que 1993, cuando ardieron 93.108 hectáreas, de las cuales 32.650 fueron arboladas.
Según Juan Carlos Mérida, "con las condiciones climatológicas que tenemos ahora, con vientos fuertes en casi todas las provincias, cualquier foco es peligroso".
(SERVIMEDIA)
12 Abr 1994
GJA