Pastor manifestó que la Justicia debería castigar no sólo a quienes provocan un incendio, sino también a aquellas personas que realizan actividades que "conllevan un riesgo evidente".

"Igual que al conductor ebrio se le persigue y penaliza antes de que cometa una imprudencia", expicó, "se debería sancionar a quienes realizan actividades, como la quema de rastrojos o las típicas barbacoas, que pueden provocar una incendio en el monte".

Para el presidente de Greenpeace, durante los últimos años han aumentado las medios técnicos destinados a la lucha contra estos desastres naturales, pero no los humanos.

Asimismo, indicó que el calentamiento global que está experimentando el planeta, consecuencia fundamentalmente del incremento de las emisiones de CO2, están provocando el auento de las temperaturas y agudizando los efectos de las sequías, factores que favorecen la aparición y expansión de los incendios forestales.