Esos datos, analizados por Servimedia, indican que entre el 18 de junio y el pasado 6 de agosto se quemaron 16.304,31 hectáreas, cuando la media del último decenio es de 31.994 hectáreas.

Entre esas fechas, el verano con menos superficie arrasada por el fuego de la última década es 2018 (3.491,94 hectáreas), seguido de 2014 (8.610,06). Los peores son 2022 (147.976,38) y 2015 (47.796,34).

Por otro lado, este verano se han detectado 1.223 siniestros forestales (tanto incendios como conatos), lo que supone 826 menos que el promedio del último decenio y la segunda cifra más baja de la década, solo por detrás de los 909 de 2018. Por el contrario, los años con más siniestros veraniegos son 2015 (2.942) y 2013 (2.470).

Respecto a los grandes incendios forestales, que arrasan al menos 500 hectáreas, este verano se han declarado nueve, cuando la media del último decenio es de 12. De ese promedio destaca 2022 con 37 grandes fuegos.