En un comunicado, esta organización recuerda que el déficit de la Administración General del Estado alcanzó entre enero y julio el 0,89% del PIB, debido, no sólo al incremento del gasto público, sino fundamentalmente a la caída de la recaudación tributaria.

Para los inspectores, el comportamiento que reflejan estos dos tributos "es muy preocupante", ya que la caída no se justifica únicamente por la reducción del tipo impositivo y por la debilidad de los resultados empresariales.

Según los cálculos de IHE, la recaudación esperada del Impuesto de Sociedades debería ser similar a la de 2007, si bien acumula un descenso del 18%.

"La única explicación posible a estos fuertes descensos en la recaudación del Impuesto de Sociedades y de IVA es que ha se producido un incremento del fraude fiscal en aquellos tributos donde los contribuyentes consideran que existe un menor control (no así en el IRPF)", señalan.

Ante ello, ven imprescindible que las autoridades económicas y tributarias pongan en marcha de manera urgente medidas organizativas y legales "que adecuen una verdadera y eficaz lucha contra el fraude fiscal a las difíciles circunstancias económicas que se viven actualmente".