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LA INTEGRACIÓN EDUCATIVA DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD MEJORA MÁS QUE LA LABORAL EN AUSTRALIA, SEGÚN UN INFORME

MADRID
SERVIMEDIA

La integración educativa de las personas con discapacidad ha mejorado más que la laboral en Australia, según un informe elaborado por el Instituto Australiano de Salud y Bienestar Social (Australian Institute of Health and Welfare) del que se hace eco la prensa local.

El documento, titulado "Disability in Australia: Trends in prevalence, education, employment and commmunity living"(Discapacidad en Australia: tendencias, educación, empleo y vida en la comunidad) apunta que cada vez son más los alumnos con discapacidad que estudian en centros educativos para alumnos sin discapacidad, sin embargo, la integración en el ámbito laboral no ha progresado al mismo ritmo.

Según el estudio, 115.000 alumnos con discapacidad grave estudiaban en centros educativos ordinarios en 2003, frente a 26.700 en 1981.

Sin embargo, en el ámbito laboral la diferencia entre el porcentaje de personas con discapacidad y sin discapacidad en activo no se redujo entre 1988 y 2003.

Por ello, el Ejecutivo australiano ha anunciado que está desarrollando un programa de medidas para mejorar la integración laboral de las personas con discapacidad, que se dará a conocer a finales de este año.

El informe añade que Australia ha registrado un incremento en el número de personas con discapacidad que precisan ayuda para desarrollar actividades básicas de la vida cotidiana como el aseo, la movilidad o la comunicación, que ha pasado de 453.000 en 1981 a 1,2 millones en 2003, y podría situarse en 1,5 millones en 2010.

Según sus autores, este aumento se debe al crecimiento y el envejecimiento de la población, pero también a que ahora se detectan más casos de dependencia, ya que los métodos para la elaboración de estadísticas han mejorado.

En muchos casos, los australianos en situación de dependencia reciben ayuda de familiares y amigos, pero la investigación subraya que en torno a 71.000 personas que necesitan ese apoyo no lo reciben.

Asimismo cada vez son más los australianos con discapacidad grave que no viven internados en centros, especialmente en el segmento de edad de 5 a 29 años. Por ello, los autores reclaman más programas de asistencia a domicilio y de ayuda para los cuidadores.

(SERVIMEDIA)
30 Ago 2008
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