Los anunciantes pretenden así establecer, de forma voluntaria, una normativa ética específica para este medio de comunicación, que vele por la calidad de la publicidad desde su origen, es decir desde la elaboración de los anuncios.

El nuevo código hace hincapié en que los publicistas respeten toda la normativa del sector, sobre todo en lo elativo a protección de menores y protección de datos, para lo que exigirán que el anuncio y el anunciante puedan ser siempre fácilmente identificables.

El nuevo código podrá ser consultado en la Red, contará con el nombre de las empresas asociadas a él y los usuarios tendrán la capacidad de realizar sus quejas o reclamaciones.

Finalmente, el nuevo código ético hace un llamamiento a los legisladores para que, a la vista de la importancia de Internet como medio de comunicación, se revisen las norms que rigen su funcionamiento para garantizar su plena actualidad y vigencia.