Ambos etarras comparecieron ante el magistrado esta mañana en relación a dos causas por las que las autoridades francesas concedieron su extradición a España.

En concreto, Amantes fue interrogado sobre su participación en el aesinato de tres personas en un atentado perpetrado mediante la colocación de explosivos en febrero de 1983 en la central del Banco de Vizcaya de Bilbao.

Por estos hechos, ya están procesados Juan Toledo Gavira y Juan Carlos Etxandía, quien fue el que implicó a Amantes en esta acción. Durante su comparecencia ante el juez, el etarra extraditado negó su participación en dicho atentado así como haber pertenecido o colaborado con ETA.

Por su parte, el magistrado recibió declaración indagatoria a Lizao en relación al auto de procesamiento dictado contra él por el juzgado central de instrucción número 4 de la Audiencia Nacional como cooperador necesario del atentado perpetrado contra el cuartel de la Guardia Civil de Leiza (Navarra) en octubre de 1982, en el que murió una persona.

Durante su declaración, Lizaso reconoció haber tenido relación con Jon Tapia Irujo, que está condenado por este atentado y que fue el que le inculpó en dicha acción, aunque precisó que esa relación era sólo laboral.

ras la declaración, su defensa solicitó su libertad alegando que Lizaso está acusado de haber facilitado información sobre el cuartel de Leiza al comando que perpetró el atentado, por lo que habría incurrido, en su caso, en un delito de colaboración con banda armada que, a su juicio, ya ha prescrito.

Ambos etarras pasarán mañana a disposición del juez Baltasar Garzón, quien les tomará declaración en relación a su supuesta participación en otros atentados. En concreto, Amantes está procesado como autorde sendos delitos de asesinato frustrado por la colocación de dos bombas trampa en 1983 en entidades bancarias.