En un manifiesto con motivo del Primero de Mayo, que llega en un contexto “de inestabilidad global por la guerra comercial iniciada por Estados Unidos”, el partido de Carles Puigdemont reitera que su objetivo “continúa siendo llegar a la plena ocupación y conseguir una ocupación de calidad”.

En Cataluña, dice, no se puede hablar de trabajo, ocupación, salarios o pensiones “sin tener en cuenta que el coste de vida es un 7,6% superior al resto del Estado”, por lo que “hay que tener presente este factor a la hora de plantear nuestras reivindicaciones laborales”. “No es lo mismo cobrar el SMI o una pensión en Cataluña que en otros territorios del Estado”, añade.

Además, alerta de que “no tenerlo presente es apostar por la desigualdad y la discriminación de nuestros trabajadores o pensionistas”. En este sentido, argumenta que si se defienden “salarios dignos”, no se puede aplicar a Cataluña “el mismo” SMI que al resto del Estado.

EXIGENCIAS

Por ello, Junts exige la competencia o fijar desde la Generalitat, “y de acuerdo con los agentes sociales y económicos”, un “salario medio de referencia cercano al 60% del salario medio (ahora, unos 1.360 euros por 14 pagas anuales), de manera transitoria y haciendo un plan para ayudar a los sectores que actualmente puedan tener más dificultades para asumir estos salarios”.

Al mismo tiempo, subraya que “si defendemos pensiones dignas, también tienen que estar de acuerdo con el nivel de vida en Cataluña”. En este sentido, Junts exige el traspaso de la Seguridad Social catalana, para “hacer frente a incrementos de pensiones de acuerdo con la recaudación en Cataluña”.

La pensión media en Cataluña es de 1.482,29 euros, pero, aplicando el coste de la vida, “tendría que ser al menos de 1.600 euros”, por lo que “solo con pensiones más altas se evita esta discriminación”. “Desde Junts continuaremos trabajando para conseguir que cualquier reivindicación de derechos laborales tenga presente el coste de la vida en Cataluña”, concluye.