Así lo dijo Lagarde en su comparecencia en la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo.

La presidenta del banco comunitario aseveró que las presiones inflacionistas “siguen siendo fuertes”, aunque los precios de la energía se han moderado y hay “alivio” en los cuellos de botella de las cadenas de suministro.

Lagarde trasladó la determinación del BCE a “luchar contra la inflación y conseguir volver a nuestro objetivo del 2% a medio plazo” a través de la subida de los tipos de interés. “Vamos a seguir tomando medidas”, aseguró. Indicó que la subida de tipos restará dos puntos al crecimiento del PIB europeo y otros dos puntos a la inflación entre 2023 y 2025.

Sobre los márgenes empresariales, apuntó que “son los interlocutores sociales, quizá los Estados, los que tendrán que actuar para que haya una redistribución” del coste de la inflación. Si bien en 2022 algunos sectores mantuvieron sus márgenes al tiempo que repercutieron el aumento de costes en los consumidores, en este año “es menos evidente”.

También instó a los Gobiernos a que vayan retirando sus ayudas fiscales en este y confió en que esas ayudas “no alimenten la inflación”.

Por otra parte, la máxima responsable del BCE afirmó que cuando suben los tipos de interés “nos cercioramos” de que se está repercutiendo. “El BCE quisiera verdaderamente que los bancos estuvieran transmitiendo al 100%, no solamente a los préstamos a empresas y hogares, sino también a los depósitos, todos, independientemente del plazo”, reclamó Lagarde, y lamentó que “no vemos que lo estén haciendo lo suficientemente en los depósitos”.

Explicó que hay un exceso de liquidez en el Sistema y se está reduciendo de manera “discreta” el balance del BCE y ese exceso de liquidez con el reembolso de las líneas de financiación a largo plazo conocidas por las siglas Tltro. Ya se ha devuelto más de un billón de euros, según indicó la presidenta del BCE.

Sobre la situación financiera, Lagarde afirmó que siguen “sopesando posibles riesgos” tras las turbulencias de marzo y las quiebras de varios bancos americanos y el suizo Credit Suisse. Insistió en que la exposición de los bancos europeos a los problemas en el exterior ha sido “limitada” e instó a los Estados miembros a que “realicen avances tangibles” para completar la unión bancaria.

Al ser preguntada por el proyecto del euro digital, Lagarde aclaró que no se va a reemplazar el dinero en efectivo por el euro digital, sino que ambos convivirán, y que el BCE es “muy receptivo” a las preferencias de los ciudadanos.