Los jueces, que estuvieron reunidos durante varias horas y que serán los mismos que juzguen el "caso Lasa-Zabala", han rechazado por extemporánea la recusación, inadmitiéndola "de plano" con el fin de "evitar dilaciones innecesarias" en el proceso.

El general de la Guardia Civil Enrique Rodríguez Galindo, el ex guardia civil Enrique Dorado Villalobos, el capitán Angel Vaquero y el abogado Jorge Argote acusaban a dos de los tres juecesque se encargarán del caso, Siro García y Manuela Fernández Prado, de falta de imparcialidad y de tener un "juicio previo hecho sobre los elementos fácticos sustanciales" en torno a los cuales "girará el juicio oral" contra ellos.

En este sentido, consideran que los jueces han rechazado "casi el 100 % de las pruebas propuestas sólo por las defensas, manteniendo incólumes la mayor parte de las pruebas propuestas por las acusaciones", según consta en el escrito de recusación al que tuvo acceso Servimedi.

Asimismo, tras acusar a los dos jueces de "favorecer y potenciar las ya de por sí muy desarrolladas inclinaciones incriminatorias" del fiscal y de las acusaciones, que la actuación de los recusados aboca "sin remisión" a los acusados a "una situación de completo desamparo".

A su juicio, el problema no se encuentra "en el número de pruebas" propuestas por las defensas y rechazadas por los jueces, sino en las razones que éstos emplearon para no admitirlas.

Según el escrito de recusación, losacusados consideran una "cruel ironía" que una de las razones de los recusados consistieran en recordar que las defensas pudieron hacer uso de los recursos legalmente establecidos contra las decisiones del instructor del caso, "cuando precisamente, en su día, se solicitó la revocación del auto de conclusión del sumario porque aún quedaban peticiones sin satisfacer y recursos sin resolver".

Así, el escrito de recusación continúa con un suma y sigue de acusaciones que finalmente, en el transcurso de la añana, han sido rechazadas por la propia sala que el lunes iniciará el juicio contra los acusados por el secuestro y asesinato de José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala.

Este crimen fue reivindicado por los GAL mediante llamada telefónica a la Cadena Ser de Alicante en enero de 1984. Un año después, un cazador de la zona descubrió restos de huesos humanos, algunos dentro de un hoyo y otros "esparcidos por la acción de las alimañas".

Diez años después, las pruebas científicas confirmaron que esto restos correspondían a los asesinados José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala.