Así lo manifestó en la rueda de prensa posterior al Pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (Cisns) celebrado entre Sanidad y comunidades autónomas en la sede del departamento ministerial.

En su intervención, la ministra explicó que en este pleno se informó a las comunidades autónomas sobre esta normativa. “Al margen de la sensación que tengan los consejeros de Sanidad sobre esta ley, ha habido en torno a 80 reuniones con las áreas técnicas, con las diferentes comisiones que derivan de la Dirección General de Cartera y se pudo intercambiar con las comunidades multitud de información”.

En el día de hoy “no se ha concretado nada porque hay muchas alegaciones, aunque algunas sean coincidentes y se refieren a cambios que el Ministerio de Sanidad está dispuesto a ser flexible”.

REFORMA COMPLEJA

Pese a ello, García reconoció que “la reforma de esta ley es muy compleja y lleva sin reformarse desde un texto refundido del año 2015, por lo que hay muchas cosas que hay que afinar entre todos y todas pero el espíritu es muy constructivo y coordinado”.

El copago farmacéutico “quedaría abierto al debate parlamentario”. Sin embargo, “desde el Ministerio vamos a defender una aportación más progresiva y unas limitaciones a los que más están sufriendo la falta de acceso a los medicamentos por cuestiones económicas con rentas más bajas”.

Ahora mismo, el margen se sitúa entre los 18.000 y 100.000 euros, aunque “no es lo mismo ganar una cantidad y otra sobre todo en pacientes crónicos. Esta es la población que está sufriendo la menor garantía de poder acceder a los medicamentos y que es la gente que está en activo pero con rentas bajas”.