Sostenibilidad
Líderes climáticos denuncian ante la COP30 que "sin justicia climática no hay paz"
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Representantes de la Amazonía peruana, Iglesias del Sur Global y expertos en incidencia europea han hecho un llamamiento urgente de que "sin justicia climática no hay paz" y exigir "protección real de los defensores ambientales y justicia ecológica".
Así se ha subrayado en un reciente encuentro informativo convocado por la Federación Agustiniana Española, FAE Social, en Madrid, que ha reunido voces del Sur Global ante la próxima Cumbre del Clima (COP30) que se celebra este mes en Brasil.
La conclusión de esta mesa de diálogo, según los organizadores, es que "la crisis climática no es solo ambiental, es una crisis de derechos humanos que exige respuestas urgentes y estructurales".
María Luz Canaquiri, líder indígena del pueblo Kukama y reciente ganadora del Premio Goldman 2025 —conocido como el "Nobel Verde"—, compartió la dura realidad que enfrentan las comunidades amazónicas del río Marañón en Perú. "Para nosotros los pueblos originarios, el río es sagrado, es como un padre que nos da el agua para beber, nos da el pescado para comer", expresó.
Con más de 50 años de explotación petrolera en su territorio, las consecuencias son devastadoras: derrames constantes, agua contaminada con metales pesados por encima de los límites permitidos, y un impacto directo en la salud de la población. "Las mujeres sufren abortos, algunos niños nacen con malformaciones, sin algunas partes del cuerpo", denunció la líder indígena, quien también alertó sobre la pérdida de biodiversidad, costumbres ancestrales y el aumento de la criminalización de defensores ambientales.
Fray Jaazeal Jakosalem, Agustino Recoleto, consejero general de la Orden y Presidente de Arcores Internacional, presentó el llamamiento pastoral conjunto de las Conferencias Episcopales de Asia, África, Caribe y América Latina titulado 'Un llamamiento por la justicia climática y a la casa común'.
"Sin justicia climática no hay paz. Sin conversión ecológica no hay futuro. Sin escuchar a la gente, a las indígenas, no hay soluciones reales", proclamó el religioso, estableciendo los tres pilares del posicionamiento eclesial ante la COP30.
Fray Jaazeal relacionó directamente las luchas indígenas en la Amazonía con el sufrimiento en Asia, mencionando el reciente tifón devastador en Filipinas y las inundaciones provocadas por industrias extractivas. "Relacionamos el destructivo tifón en mi país con la destrucción de los bosques y las comunidades indígenas por parte de las empresas explotadoras en la Amazonía peruana", explicó. La Iglesia, rechaza "de plano las soluciones falsas que eluden la raíz del problema" y promueve en su lugar "la sobriedad feliz y la conversión ecológica como fundamentos de sociedades respetuosas con el medio ambiente".
COLAPSO ECOLÓGICO
El llamamiento denuncia que el colapso ecológico —que incluye cambio climático, pérdida de biodiversidad y destrucción de comunidades indígenas— es "catalizador de profundas crisis sociales, desatando la migración forzada y la profundización de las desigualdades entre el norte y el sur global".
Marta Isabel González, del Grupo de Comunicación de Enlázate por la Justicia y representante de la Plataforma por Empresas Responsables, aportó una perspectiva crítica sobre el papel de las corporaciones y los recientes retrocesos legislativos en Europa. La comunicadora presentó casos emblemáticos de violaciones empresariales: desde el colapso de Rana Plaza en Bangladesh en 2013 (1.134 muertos, calificado como "homicidio industrial masivo"), hasta el desastre de Brumadinho en Brasil en 2019 (casi 300 muertos por vertido tóxico de una presa minera), pasando por la apropiación de 11.000 hectáreas en Costa de Marfil para plantaciones de aceite de palma.
"Cuando estas noticias nos llegan aquí, nos preocupa que cuando vamos a comprar un producto no esté manchado de sangre", afirmó y explicó el concepto de "diligencia debida" que obliga a las empresas a identificar, prevenir, mitigar y reparar vulneraciones de derechos humanos y medioambientales en el ejercicio de su actividad.
"Mi intuición es que la COP30, por desgracia, no toque tantos temas de empresas. Seguramente se centrará más en los mercados de carbono". Sin embargo, confió en que organizaciones católicas y de otras religiones "intentarán trabajar por la reparación de los daños, por las cuestiones de adaptación al cambio climático y por la identificación y prevención de riesgos".
(SERVIMEDIA)
06 Nov 2025
AHP/gja


