En la sesión de control al Gobierno, Llamazares advirtió al jefe del Ejecutivo de que su "obsesión elitista por ser los primeros" en convocar el referéndum, "por ser la liebre de la Constitución Europea", se puede convertir en "cuestionamiento al Gobierno" en función del grado de abstención.

En este sentido, le conminó a reorientar la campaña institucional para limitarse a dar información y fomentar la participación, sin condicionar el sentido del voto, ante el "escaso entusiasmo" que suscita un tratado que, para IU, es "muy poco ambicioso y mantiene los desequilibrios".

Rodríguez Zapatero aseguró que la campaña del Ejecutivo no tiene "ningún contenido partidista", y recordó que tras los recursos interpuestos ante la Junta Electoral Central, este órgano sólo ha modificado un lema, porque la publicidad institucional es "informativa".

"Durante mucho tiempo le hemos oído decir que faltaba información sobre la Constitución Europea", agregó, y el Gobierno ha repartido ya seis millones de ejemplares de la Constitución completa, "está fomentando los debates y trasladando la información a los ciudadanos".

Replicó a Llamazares que en este asunto no tiene "ni enemigo ni adversario", porque cada ciudadano puede decidir "libremente" acudir a las urnas y votar el 20 de febrero, por lo que confió en que acudan y den su voto favorable a la Constitución.