Pascual Fernández aseguró en rueda de prensa que desconoc que hayan existido en el pasado situaciones similares, fundamentalmente por la importante superficie a la que afectó la gota fría, que se extendió desde Cataluña hasta Andalucía.

En este sentido, indicó que la gota fría afecta "habitualmente" a una extensión más reducida. Asimismo, declaró que algunas zonas en las que suelen recogerse 500 litros por metro cuadrado en un periodo de 2 o 3 años cayó esa cantidad en solo 36 horas.

Las situaciones más preocupantes se produjeron en el cuenca del Ebro,fundamentalmente en Zaragoza, Tortosa y el delta. Los embalses situados en el tramo final de esta cuenca, Mequinenza y Riba-roja están al 89 y al 85 por ciento de su capacidad, respectivamente.

El secretario de Estado de Aguas destacó el "buen funcionamiento de las infraestructuras hidráulicas" y afirmó que esta circunstancia minimizó el efecto de las riadas.

Respecto a la presa de María Cristina, en Alcora (Castellón), que se desbordó, indicó que tuvo un comportamiento óptimo y negó que se regisraran fisuras, ya que explicó que lo que ocurrió es que cedió un tapón de uno de los desagües.

Asimismo, destacó que el Sistema Automático de Información Meteorológica (SAIM) permitió realizar un seguimiento pormenorizado de las circunstacias que se produjeron en todas las cuencas afectadas.

Sin embargo, reconoció que es necesario acometer algunas actuaciones concretas para reducir los riesgos en el futuro, sobre todo en el área de Cartagena (Murcia).

Además, se refirió al peligro que entrañ la construcción de viviendas en zonas inundables y citó el caso de Sagunto (Valencia), donde hubo que desalojar a 300 personas.

Pascual Fernández también destacó el aumento de las reservas que han provocado las lluvias, aunque en el Júcar los embalses de Contreras, Tous y Alarcón solo registraron incrementos del 2 por ciento.