En un comunicado, el Colegio considera una excepción hechos como los sucedidos la semana pasada cuando la Guardia Civil interceptó una red que comercializaba productos para adelgazar a través de clínicas y farmacias de Leganés y Navalcarnero.

Los farmacéuticos apuntan algunas conductas irregulares ante las cuales el ciudadano debe estar alerta, como la venta directa de medicamentos, fórmulas magistrales o preparados por parte de una clíica o una consulta médica.

Advierte que se debe desconfiar de la clínica o la consulta que le recomiende acudir a una farmacia concreta, y que no admita jamás que en la receta de una fórmula magistral se especifique códigos o claves, en lugar del nombre completo de los principios activos que la componen.

Señalan que las fórmulas magistrales, fármacos específicamente diseñados para un único paciente por su médico, que han de ser prescritos necesariamente con receta oficial, no pueden ser secretas. El colegio afirma que cuando un farmacéutico entrega una fórmula magistral que haya elaborado él mismo siguiendo una prescripción médica, el nombre y la fórmula del compuesto, número de registro del libro Recetario, junto con la identificación de la farmacia, entre otros, deben constar en la etiqueta del envase.