El director general de Calidad y Evaluación Ambiental, Ignacio López-Galiacho, explicó que está comprobado que sólo con modificar algunos hábitos de comportamiento habitual de las personas podemos conseguir una disminución importante de los niveles de ozono e la troposfera. "Por eso, esperamos que este verano sean los madrileños la parte fundamental en la lucha contra el ozono en la región", afirmó.

El Gobierno que preside Alberto Ruiz-Gallardón desarrolla desde 1997 campañas de este tipo en los meses de junio, julio y agosto, porque el ozono, que se produce en las capas bajas de la atmósfera, tiene su punto álgido en el verano, debido al aumento de horas de sol.

Hasta ahora, estas campañas han ido dirigidas fundamentalmente, en su aspecto preventivoy divulgativo, a los sectores industriales, con el fin de disminuir los gases precursores.

Sin embargo, el ozono no se emite directamente por ninguna industria, sino que se forma en la atmósfera con la unión de los gases precursores, fundamentalmente óxidos de nitrógeno que proceden del tráfico rodado, y los compuestos orgánicos volátiles, sobre todo procedentes de las gasolinas, que al entrar en contacto con los rayos solares producen este ozono.

López-Galiacho comentó que sólo con que los ciudaanos repostasen sus vehículos a primeras horas del día o a últimas horas de la noche, se lograría una reducción sustancial de la emisión de compuestos orgánicos volátiles que, posteriormente, al contacto con el sol, se transforman en ozono.

El director general indicó que la Consejería de Medio Ambiente estudia la aprobación de un decreto que obligue a instalar en todas las gasolineras de la Comunidad una doble manguera que evite las emanaciones que se desprenden al surtir de combustible a los vehículo.