Con estas obras, la CAM restituye los cinco carriles de la N-VI en la zona de Moncloa, suspendidos algunos de ellos cuando la Consejería de Transportes las inició, en enero de 1994.

Las obras se han aprovechado para construir simultáneamente un paso inferior para autobuses, con el fin de dar continuidad al carril-bus que, desde Puerta de Hierro, conducirá los autobuses hasta el intercambiador de Monloa, "eliminando los peligrosos cruces entre estos medios públicos de transporte y el tráfico en general que se hubiera producido en otro caso", según la Consejería de Transportes.

El trabajo ha consistido en un túnel de dos plantas, en la inferior el Metro y en el anterior, bajo la N-VI, la calzada de autobuses. La construcción del túnel, a cargo de la CAM, ha permitido, según Transportes, "una notable economía en el coste total, así como una apreciable reducción del plazo de afección a la circulació en la carretera".

Las previsiones de la CAM son que la calzada subterránea de autobuses pueda entrar en servicio en febrero de 1995, en mayo de ese mismo año la línea 6 del Metro y en septiembre, la terminal de autobuses que forma parte del intercambiador de Moncloa.