Legislación

El magistrado Enrique Arnaldo señala el "poder digital" como el principal riesgo para la "pureza electoral"

MADRID
SERVIMEDIA

El jurista y magistrado del Tribunal Constitucional Enrique Arnaldo señaló este lunes, en su discurso de ingreso en la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España (RAJyL), el "poder digital" como el principal riesgo para la "pureza electoral".

Arnaldo ingreso como nuevo académico de número de la RAJyL, con un discurso sobre 'El principio de estabilidad electoral', donde puso de relieve cómo de las reglas electorales existentes en un país va a depender en buena medida la calidad democrática del mismo, y como punto esencial, advirtió del principal riesgo actual para lograr la “pureza electoral” y que supone un riesgo claro en los procesos electorales: el “poder digital”, los ataques digitales.

El discurso de contestación corrió a cargo del académico y presidente emérito del Tribunal Constitucional Pedro González-Trevijano. Al acto fue presidido por el presidente de la RAJyL, Luis María Cazorla Prieto, y al mismo acudió la inmensa mayoría del magistrados del TC, entre ellos su vicepresidenta, Inmaculada Montalbán; así como Isabel Perelló y Dimitry Berberoff, presidenta y vicepresidente del Tribunal Supremo, respectivamente; los presidentes de Sala Pablo Lucas Murillo e Ignacio Sancho; y magistrados como Manuel Marchena, Carlos Lesmes, Pablo Llarena, Antonio Narváez y Antonio del Moral, entre otros. Vocales del CGPJ e incluso el presidente del Tribunal Constitucional de Cabo Verde, José Pina, también estuvieron presentes en el ingreso de Arnaldo en la mencionada Real Academia.

Sobre el citado riesgo del “poder digital” hoy día, Arnaldo, quien fue acompañado hasta la tribuna por Marta Villar y Francisco Marhuenda, los dos últimos académicos en ingresar en la RAJyL, afirmó que “el índice rojo de las prioridades” a día de hoy que no está resuelto para lograr la “pureza electoral” no es otro que el impacto del poder digital en la competición electoral, “auténtico reto existencial que trasvasa las competencias del legislador electoral nacional” y que tiene incluso, citando en este punto al jurista italiano Luigi Ferrajoli, una “potencia distorsionante” del Estado democrático de derecho.

Así, en opinión del nuevo académico de número de la RAJyL, tal como reflejó en su discurso íntegro, ha “saltado por los aires” en la era digital el concepto tradicional de campaña electoral, y el legislador electoral se ha visto no solo superado, “sino que se encuentra desconcertado, incapaz de reaccionar para afrontar el nuevo signo de los tiempos en la comunicación entre los partidos políticos, desbordados, asimismo, y los ciudadanos alimentados de fuentes variopintas, de orígenes confusos y de escasa fiabilidad”. Por el momento, añadió Enrique Arnaldo, “la realidad virtual goza de una incomprensible inmunidad al residenciarse en un limbo 'introuvable', y aquí y ahora el dinámico legislador electoral de otrora sigue con los brazos cruzados”.

DESINFORMACIÓN Y DEMOCRACIA

Todo lo anterior viene derivado, destacó Enrique Arnaldo, de que en pocos años se ha convertido en un hecho incontestable que la denominada “desinformación”, que maniobra “plácidamente a través de las redes sociales”, tiene un “relevante impacto amenazante para la integridad de las elecciones y para la salud de la democracia, que no puede defenderse contraviniendo sus propios valores y principios y, en la cúspide, de los mismos, la libertad de expresión y la libertad de acción política”.

Y es que, expresó Enrique Arnaldo en su discurso, "estamos descubriendo, incluso en las democracias más veneradas, en tiempo real lo fácil que es desmantelar los controles y equilibrios democráticos, mediante las interferencias directas e indirectas en los procesos electorales y en el debate público”, tal como ya expuso la expresidenta del Tribunal Europeo de Derechos Humanos Siofra O'Leeary. De hecho, afirmó el magistrado del TC y nuevo académico, no se puede obviar el “hecho notorio” de que un conjunto de “fuerzas exógenas pretenden erosionar la democracia a través de la injerencia en el proceso electoral”, riesgo frente al cual los Estados tienen el deber de aplicar inexorablemente lo establecido en el artículo 3 .1 del Protocolo Adicional del Convenio Europeo de Derechos Humanos, donde se fija “la obligación positiva de garantizar la compatibilidad de la libertad de expresión con la celebración de las elecciones libres incluso en ausencia de pruebas directas de manipulación, y siempre de forma equilibrada y proporcionada”.

En este contexto de “fuerzas exógenas” que pretenden erosionar la democracia, la preocupación no es, incidió al respecto, “quién vota, sino cómo se vota”, cuestión que repercute directamente en que se forme libremente “la voluntad del votante, sin condicionamientos ni manipulación”.

INGENIERÍA ELECTORAL

Una de las conclusiones principales que expuso el nuevo académico relacionaba la ley electoral con la democracia y los riesgos que hay que sortear: “Si de la ley electoral depende, en no poca medida, que la democracia sea buena o mala, para que sea buena debe evitarse la ingeniería electoral, pues en el sistema electoral no encontramos la totalidad de las respuestas sobre la gobernabilidad o la institucionalidad, o sobre el sistema de partidos, caerá. Hay otras variables no desdeñables”.

(SERVIMEDIA)
15 Dic 2025
s/clc