Jorge empezó a cursar estudios de Derecho, pero su carrera se torció y decidió tomar otro camino. “No era feliz porque mi sueño desde niño siempre había sido la música”, reconoce el líder de la banda en una entrevista a Servimedia. Ese nuevo camino le condujo, sin imaginarlo, hasta el universo de la discapacidad. “Cuando cantaba sufrí un problema vocal, una disfonía, y eso derivó en que encontrara mi otra pasión, que es la logopedia”.

Con el paso del tiempo ha comprobado que “los trastornos del lenguaje y del habla guardan una relación directa con el sistema educativo". De tal modo que decidió estudiar educación. “Creé en 2017 un centro de logopedia pensando en pacientes adultos y se me llenó de niños”, recuerda aún hoy con sorpresa.

El vocalista de Maldita Nerea, en un momento del concierto del Wizink Center de Madrid | Foto de Fundación A la Par

Está convencido de que “fue una señal del destino” porque con el paso del tiempo ha compuesto canciones cuyas letras se han convertido en objeto de estudio en las aulas de muchos colegios.

Pese a que la formación musical se fundó hace ya 23 años, entre gira y gira Jorge siempre le ha dedicado tiempo al estudio de la evolución humana y al aprendizaje, como hombre curioso que es. “Cuando estaba estudiando la carrera me acerqué al mundo de la discapacidad a través de una compañera que era la primera logopeda sorda de España”.

El cantante asevera que una de las lecciones más maravillosas que atesora tras trabajar con personas con discapacidad intelectual y sensorial es “comprender que como educador mi labor no es señalarles lo que no pueden hacer, sino encontrar sus capacidades”. Y ahí reside la diferencia entre marcar límites o simplemente atisbar horizontes “que siempre se pueden ir superando”, explica.

EL FENÓMENO ‘EXTRAORDINARIO’

Esto precisamente es lo que ha sucedido con el tema ‘Extraordinario’ que retrata la grandeza de una gente sensacional porque “todos somos seres extraordinarios”, manifiesta Jorge Ruiz.

‘Extraordinario’ es la banda sonora de una aventura épica que se recoge en el documental ‘De mar a mar’. Se trata da la ‘Transpyr Grand Raid MTB’, considerada una de las diez pruebas ciclistas más importantes del mundo y en la tomaron parte en 2019 deportistas con discapacidad intelectual de Fundación A la Par.

El equipo, en el que también participó Jorge Ruíz, recorrió cerca de 800 kilómetros y 20.000 metros de desnivel en siete días atravesando los Pirineos de costa a costa. “Quise hacer una canción a la altura de los deportistas de la Fundación A la Par, que, como dice la letra, son extraordinarios”.

La canción pertenece al disco 'Un planeta llamado Nosotros' publicado en 2020 y desde entonces se ha convertido prácticamente en un himno, un canto a la discapacidad y la inclusión. “Es un tema contagioso, optimista, que transmite el mensaje de que las personas con algún tipo de discapacidad son capaces incluso de completar cualquier reto que se proponen”.

El líder de la banda musical destaca la actitud del capitán general del equipo, Antonio, que “mientras que yo iba con la lengua fuera el tío, con su discapacidad y todo, siempre tenía puesta una sonrisa”. “Yo me quejaba a todas horas y él estaba siempre feliz”, recuerda. Cuando llegaba el momento de componer la letra de la canción y pensaba en seres con discapacidad "me venía automáticamente el adjetivo extraordinario”, asiente Jorge.

TRABAJANDO JUNTOS Y ‘A LA PAR’

La impronta que las personas con discapacidad intelectual de Fundación A la Par han dejado en el cantante es tan profunda que la colaboración con la entidad se ha ampliado. Si fueron capaces de subir en ‘montan bike’ a los Pirineos, ahora se trata de subir a los escenarios junto al grupo musical.

Coro de personas con discapacidad intelectual en el concierto | Foto de Fundación A la Par

Jorge reconoce haber descubierto “un nivel muy alto de profesionalidad y conocimientos técnicos en los equipos que trabajan con la discapacidad”. Así que, cuando la banda murciana cerró la fecha para el concierto en el Wizink Center de Madrid, el vocalista no lo dudó. Les planteó entonces hacer un coro compuesto por algunas de aquellas personas con discapacidad intelectual que participaron en la dura prueba ciclista. “Esa noche ellos debían cantar conmigo su canción ‘Extraordinarios’ porque además estaba convencido de que se iba a caer abajo todo el recinto cuando los vieran subir. Y así fue”, relata con orgullo el cantante.

Tras tres jornadas de ensayos ‘los otros chicos del coro’ se encontraban “preparados”, como asegura en declaraciones a Servimedia, Juan Alberto Montero, joven con discapacidad intelectual de Fundación A la Par. “Esto es una cosa que la vamos a recordar siempre y estamos orgullosos de haber subido al escenario y haber cantado esta canción”. Un tema que, como apunta el joven, tiene sentido ya que “hay gente extraordinaria como nosotros”.

En cambio, su compañero en el coro Javier Vizcaíno reconoce que “sintió muchos nervios” frente a un auditorio con 14.000 personas coreando este himno a la discapacidad. La experiencia le recordó a su padre y su pasión por la música. Asegura Jorge Ruiz, el alma de Maldita Nerea, que fue un momento “cargado de emociones para todos: los chicos, los monitores, el público y la banda”.

Tras su paso por el escenario, los jóvenes recibieron una ovación fuera de lo común, como no podía ser de otro modo en una noche donde los protagonistas fueron ellos, 'un coro de seres extraordinarios’.