Así lo expresaron al leer el manifiesto elaborado por la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bixexuales, Intersexuales (Felgtbi+), una vez que la cabecera de la marcha llegó a la Plaza de Colón tras dos horas de fiesta y baile por las calles de la capital.

"Que nadie, que nadie, que nadie se quede en casa" en la cita con las urnas "porque tus derechos, porque mis derechos, porque nuestros derechos, están en juego. Por nuestros derechos, por nuestras vidas, ¡vota con orgullo!", remacharon en pleno proceso de pactos de gobierno del PP con Vox en multitud de ayuntamientos y en comunidades autónomas como Extremadura y Comunidad Valenciana.

Señalaron al 23-J como "unas elecciones en las que nos jugamos nuestras vidas" y pidieron "pelear hasta el final por nuestros derechos" dado que "estamos en plena oleada reaccionaria y los derechos que se conquistan con décadas de lucha pueden perderse en pocos meses de gobiernos ultras".

Además, exigieron a los partidos políticos "que firmen de una vez un pacto de Estado contra los discursos de odio". "Un pacto de estado que refuerce el consenso social y político en defensa de los grupos en situación de vulnerabilidad, rechazando los discursos de odio para que no sean aceptables ni rentables, ni a nivel social, ni a nivel político".

En su opinión, se trata de alcanzar un pacto de Estado "que impulse la acción desde el Estado para proteger a los grupos en situación de vulnerabilidad por los discursos de odio, como el colectivo LGTBI+, pero también a las personas gitanas, las migrantes, las personas sin hogar, las personas con VIH, las personas con discapacidad o las mujeres. Un pacto de estado que asegure información a las víctimas sobre sus derechos y de las herramientas que tienen para defenderse del odio".

"Si no logramos, socialmente, ese pacto contra el odio, si no paramos el avance de quienes nos odian, todo lo que hemos logrado puede desaparecer muy rápido. Y como somos conscientes de ello, hoy, aquí, con fuerza, con claridad, a las puertas de unas elecciones en las que nos jugamos nuestras vidas, vamos a dejar claro que vamos a pelear hasta el final por nuestros derechos, que no vamos a aceptar ni un solo recorte a nuestros derechos", alertaron.

Además, denunciaron que los delitos de odio aumentaron un 68% el año pasado y culparon de ello a "quienes vomitan odio desde los parlamentos e instituciones", dado que "cada día hay más traficantes de odio, sus discursos de odio crecen más y, con esos discursos, aumentan las discriminaciones, el acoso, los insultos, las agresiones, la violencia, el miedo y el armario".

Remacharon que "los delitos de odio son la consecuencia, pero los discursos de odio son la causa" y, frente a ellos, pusieron en valor el "pacto social contra los discursos de odio" que han suscrito CCOO, UGT, Fundación Triángulo, Asociación Chrysallis, Fundación ONCE, Cermi, Cesida, el Consejo de la Juventud de España, Red Acoge, CEAR, Hogar Sí y Fundación Secretariado Gitano.

Desde un punto de vista reivindicativo pidieron para las familias Lgtbiq+ procesos de adopción ágiles y homogéneos, resoluciones ágiles de patria potestad para el acogimiento, reconocimiento de la multiparentalidad, de las paternidades y maternidades no binarias, políticas de equidad para parejas de mujeres, iguales derechos de las familias LGTBI+ en toda la Unión Europea, y que la diversidad familiar esté reflejada en todos los ciclos educativos.