Este crecimiento afecta sobre todo a los temporeros, ya que las buenas cosechas en viñedos, frutales y olivares del pasado año obligaron a los propietarios a contratar mano de obra adicional, un 9,8 por ciento más que en el año anterior.

El descenso del nivel de trabajo agrícola en la media de la Unión uuropea se debe sobre todo a la reducción de la mano de obra en el campo en Italia y Francia, los dos países con mayor número de agricultores, ya que Italia cuenta con la cuarta parte del total de la UE y Francia con un 15 por ciento.

No obstante, el descenso global es inferior al registrado en años anteriores, y la reducción de la mano de obra, junto al fuerte aumento de la producción, ha provocado una mejora de la productividad.