Así lo aseguró en la presentación de los resultados del tercer trimestre, que arrojan un resultado negativo de 75 millones de sus operaciones de seguro en Estados Unidos asociado al ramo de automóviles. Esta mala dinámica ha reducido el beneficio de la compañía, que se situó en 470,6 millones, un 3,6% menos que hace un año.

No obstante, Huertas señaló que este impacto, “que afecta a todo el sector”, es provisional y recordó que “la inflación va por delante y los incrementos de tasa un poquito por detrás”. En este sentido, señaló que Brasil fue el primer país en el que implementaron medidas “y ya presenta una mejoría muy evidente”, mientras que en España “está acercándose al punto de equilibrio”.

“No tengo por qué ocultaros la situación que tenemos en Estados Unidos. Es evidente que hay un problema, pero no lo tiene Mapfre, lo tiene todo el sector asegurador de automóviles. Todas las grandes compañías en Estados Unidos estamos perdiendo dinero el negocio de autos. Tenemos un apoyo importante de los supervisores para ir adecuando las tarifas al punto de equilibrio suficiente y ya hemos visto en el último trimestre una amortiguación de los costes y una ligera estabilización de la frecuencia. Con lo cual debemos prever o anticipar para los próximos trimestres una vuelta a la normalidad”, explicó Huertas.

En este contexto, el consejero y director general financiero de Mapfre, Fernando Mata, aseguró que están “muy satisfechos” con la evolución de la situación, cuando se le preguntó por si la compañía considera una subida de las primas del 6,2% es suficiente para que la ratio combinada del seguro del automóvil entre en terreno positivo para la compañía.

CONTINUIDAD DE HUERTAS

Por otro lado, el presidente de Mapfre fue preguntado por si baraja jubilarse una vez cumpla los 60 años, una posibilidad que rechazó. “Yo cumplo 60 en enero. Sería muy difícil que me fuera de aquí a los 60. No hay costumbre de jubilarse a los 60. Un presidente se jubiló a los 60, y otro, José Manuel Martínez, mi predecesor, a los 64 y medio. Así que en la media puede estar la virtud”, declaró.

Unos minutos después y por iniciativa propia, Huertas quiso tirar por tierra cualquier interpretación que condujera a pensar que se planteaba jubilarse en torno a los 62 años, es decir, en apenas dos años, y aseguró que, si el Consejo de Administración revalida su confianza en él todos los años, él continuará “todo el tiempo que sea necesario” hasta la edad máxima que marcan los estatutos, que es de 65 años.

“Voy a continuar mientras tenga un proyecto ilusionante, comprometido y desafiante. Y este de Mapfre siempre lo es”, apostilló.

DIVIDENDO “CONTINUISTA” E HIPOTECAS INVERTIDAS

Con respecto al dividendo, Huertas reconoció que es “continuista”, aunque cuestionó que hubiese accionistas que esperasen una subida. “El dividendo tiene una relación directa con el resultado, que es el que es. Es bueno, pero indudablemente presenta situaciones complejas como lo que resta o no suma el sector de automóviles”, declaró antes de subrayar que el supervisor ha sido “neutro como siempre” y no ha pedido ni una subida ni una bajada.

En este contexto, opinó que la remuneración a los accionistas “es muy adecuada” y subrayó que el ‘payout’ será “alto” si se mantiene el dividendo complementario al final del ejercicio.

Por último, sobre su hipoteca inversa con Santander y la posible crisis reputacional que puede derivar de la comercialización de este producto, la aseguradora defendió que es una alternativa “legítima” para remunerar a los mayores de 65 años con pensiones bajas, siempre y cuando se les informe de los riesgos.

Cabe recordar que este producto, diseñado solo para adultos de la tercera edad, consiste en convertir a dinero el valor que representa la vivienda del contratante, que no pierde los derechos de titularidad hasta su fallecimiento. Una vez se produzca la defunción del suscriptor, los herederos deberán decidir si venden la casa o realizan una nueva hipoteca para cubrir la deuda, o bien venden el inmueble.