Clima

Más de 260.000 personas han muerto por tsunamis en el último siglo

- Hoy se celebra el Día Mundial de Concienciación sobre los Tsunamis

MADRID
SERVIMEDIA

Los tsunamis u olas gigantescas producidas por un maremoto o una erupción volcánica en el fondo del mar son fenómenos poco frecuentes, pero extremadamente dañinos, ya que más de 260.000 personas han perdido la vida en 58 desastres de este tipo durante los últimos 100 años.

La ONU dio a conocer estos datos este miércoles con motivo del Día Mundial de Concienciación sobre los Tsunamis, que se celebra por décimo año consecutivo coincidiendo con el día 5 de noviembre.

Naciones Unidas subraya, en un mensaje recogido por Servimedia, que esas 260.000 víctimas mortales suponen cerca de 4.600 pérdidas humanas por tsunami, lo que supone la cantidad más elevada de cualquier desastre natural.

El mayor número de muertes se concentró en el tsunami del océano Índico en diciembre de 2004, que causó cerca de unos 227.000 fallecidos en 14 países del sudeste asiático, sobre todo Indonesia, Sri Lanka, India y Tailandia.

Apenas tres semanas después, la comunidad internacional se reunió en Kobe, en la región de Hyogo (Japón), donde los gobiernos aprobaron el Marco de Acción de Hyogo para 2005-2015, el primer acuerdo mundial de gran alcance sobre la reducción del riesgo de desastres.

Crearon, además, el sistema de alerta y mitigación de los efectos de los tsunamis en el Índico, que cuenta con decenas de estaciones de vigilancia sismológica y del nivel del mar y difunde las alertas a los centros nacionales de información de sunamis.

COSTAS SEGURAS

El Día Mundial de Concienciación sobre los Tsunamis de este año pone el foco en la necesidad de financiar la creación de costas seguras y comunidades preparadas frente a esos fenómenos. Bajo el programa global 'Tsunami Read', de la Unesco, la campaña de este año busca promover la colaboración entre gobiernos, científicos, líderes locales y ciudadanos para reducir riesgos y proteger vidas.

El secretario general de la ONU, António Guterres, apunta, en un mensaje con motivo de ese Día Mundial, que "los tsunamis son fenómenos poco frecuentes que a veces tienen consecuencias sumamente mortales", ya que "pueden cobrarse la vida de miles de personas, y hasta de cientos de miles".

"Pero hay formas de proteger a las personas que están en riesgo. Después del catastrófico tsunami del Océano Índico que tuvo lugar en 2004, el mundo eligió invertir en sistemas de alerta temprana. Décadas después, esa decisión está dando sus frutos", añade.

En su mensaje, recogido por Servimedia, Guterres subraya que el gran terremoto que tuvo lugar frente a la costa de Rusia a finales del pasado julio puso en alerta a millones de personas, desde las costas del Japón hasta California, pasando por las islas del Pacífico.

"Dado que sigue subiendo el nivel del mar y que cada vez hay más personas que viven en zonas costeras, es preciso invertir en los sistemas de alerta temprana para mejorarlos. Ese es el propósito de la iniciativa 'Alerta Temprana para Todos' de las Naciones Unidas, que tiene por objeto establecer sistemas de alerta temprana de peligros múltiples que protejan a todas las personas de la Tierra a más tardar en 2027. Respetar el mar significa reconocer su poder", sentencia Guterres.

MARCO DE SENDAI

Por otro lado, la rápida urbanización y el aumento del turismo en las regiones propensas a los tsunamis exponen a más personas al peligro, lo que convierte la reducción de riesgos en un factor clave para lograr una disminución sustancial de la mortalidad de desastres en el mundo, que es el objetivo primordial del Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030, adoptado en marzo de 2015 y relevo del Marco de Acción de Hyogo.

En diciembre de 2015, la Asamblea General de la ONU designó el 5 de noviembre como Día Mundial de Concienciación sobre los Tsunamis. Se trata de una idea original de Japón, que se ha visto expuesto a estos desastres en repetidas ocasiones a lo largo de los años. Este país tiene una gran experiencia en áreas como la alerta temprana de tsunamis, la acción pública y la reconstrucción posterior a los desastres para conseguir reducir los impactos futuros.

PALABRAS JAPONESAS

La fecha elegida tiene su origen en la anécdota ‘Inamura no hi’, es decir, la ‘quema de las gavillas de arroz’. Durante un terremoto en 1854, un aldeano vio que la marea estaba bajando, una señal de que se avecina un tsunami. A expensas de sus bienes, decidió prender fuego a toda su cosecha para advertir al resto de habitantes de la aldea que huyeran a tierras altas. Posteriormente, construyó un terraplén y plantó árboles para que actuaran como sistemas naturales de amortiguación frente a futuras olas.

Tsunami está formado por las palabras japonesas 'tsu' (puerto) y 'nami' (ola). Un tsunami es una serie de olas gigantescas que se producen por una perturbación bajo el agua, por lo general, asociada con los terremotos que ocurren en el fondo del océano o cerca de él.

Las erupciones volcánicas, los deslizamientos de tierras submarinas y las desprendimientos de rocas costeras también pueden provocar un tsunami, al igual que el impacto de un gran meteorito en el océano. Se originan a partir de un movimiento vertical del fondo marino, con el consiguiente desplazamiento de la masa de agua.

Las olas de un tsunami normalmente parecen muros de agua que golpean violentamente la costa durante varias horas en intervalos de entre 5 y 60 minutos. La primera suele ser imperceptible, pero le siguen otras de una magnitud sin precedentes. El agua retrocede tierra adentro, mientras que una nueva ola se precipita arrastrando consigo los numerosos residuos y daños causados por las anteriores.

(SERVIMEDIA)
05 Nov 2025
MGR/clc