Según alertó, estas personas se enfrentan a "la inanición, a una hambruna inminente y a un brote de enfermedades bajo el continuo bombardeo indiscriminado de Israel y la privación deliberada de ayuda".

En nota de prensa, mostró su "profunda preocupación e indignación por el hecho de que algunos de los mayores donantes se hayan unido para suspender la financiación del Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas (OOPS), el principal proveedor de ayuda para millones de palestinos en Gaza y en la región".

La decisión "se produce en medio de una catástrofe humanitaria que empeora rápidamente en Gaza", advirtió. "Acogemos con satisfacción la rápida investigación de la Unrwa sobre la supuesta implicación de un pequeño número de miembros del personal de la agencia en los ataques del 7 de octubre", afirmó.

Con todo, recalcó su "consternación" por "la imprudente decisión de cortar el salvavidas de toda una población por parte de algunos de los mismos países que habían pedido que se aumentara la ayuda en Gaza y que se protegiera a los trabajadores humanitarios".

Asimismo, señaló que la decisión se produce "cuando la Corte Internacional de Justicia ha ordenado que se tomen medidas inmediatas y efectivas para garantizar la prestación de ayuda humanitaria a la población civil de Gaza".

Hasta la fecha, 152 miembros del personal de Unrwa ya han muerto y 145 de sus instalaciones resultaron dañadas por los bombardeos.