Infancia
Más de un tercio de los jóvenes confiesa haber recibido propuestas para vender contenido íntimo
- 1 de cada 40 jóvenes vivió una experiencia directa de explotación sexual digital antes de los 18 años.
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Save the Children publicó este lunes un informe que detalló que más de un tercio de los jóvenes en España confesaron haberse encontrado durante su infancia con publicaciones en sus redes sociales que ofrecían oportunidades para ganar dinero vendiendo contenido íntimo.
El informe, ‘La trampa de la autoexposición: nuevas dinámicas de explotación sexual en el entorno digital’, un nuevo estudio que complementa el informe ‘Redes que atrapan’, indica que 1 de cada 40 jóvenes vivió una experiencia directa de explotación sexual digital antes de los 18 años.
La investigación se centró en la vinculación de la infancia y la adolescencia con las conductas de autoexposición sexual digital y las plataformas que la facilitan, enmarcando esta práctica como una manifestación de explotación sexual.
Según la encuesta realizada a más de 1.000 jóvenes, el 2,5% de ellos afirmó haber recibido algún tipo de compensación, regalo o favor a cambio de material erótico o sexual en el que aparecían, siendo menores de edad. lE1 4,4 % respondió haber conocido a alguien que lo había hecho, lo que implica que uno de cada siete jóvenes conoce a una víctima de esta forma de explotación sexual.
“Estamos ante un fenómeno que no se compone de casos aislados, sino que se está extendiendo y, lo que es peor, normalizando”, señaló la directora de Influencia y Desarrollo Territorial de Save the Children, Catalina Perazzo.
“La participación de niños, niñas y adolescentes en estas conductas puede parecer voluntaria pero no lo es”, indicó la organización. Existe una asimetría en las relaciones de poder: quien controla la recompensa ejerce el control sobre la situación. Esto, a su vez, invalida la posibilidad de un consentimiento libre e informado.
Desde un punto de vista legal, el consentimiento de una persona menor de edad no es válido cuando existe cualquier tipo de compensación por contenido o actividades sexuales. Por ello, en el caso de la infancia y la adolescencia, estas prácticas deben considerarse siempre “explotación sexual”. El estudio evidenció que “plataformas como 'OnlyFans' o las webs de sugar dating están contribuyendo a redefinir la explotación sexual en el entorno digital y a cómo es percibida por los y las adolescentes”. Estas plataformas, aunque se presenten como espacios de autonomía o emprendimiento, en realidad reproducen “lógicas de la pornografía y a la prostitución” y, por tanto, “vinculadas a la explotación sexual”.
“Las plataformas y redes sociales tienen un papel determinante en la difusión y normalización de estas prácticas. Es imprescindible exigirles responsabilidad para que garanticen un entorno digital seguro para la infancia y la adolescencia”, advirtió Perazzo.
Más del 71 % de los jóvenes encuestados no identificaron la venta de contenido sexual en Internet como una forma de explotación. En el caso de los chicos, esta cifra superó el 75 %, lo que reveló una “preocupante falta de conciencia” sobre la violencia y la desigualdad de género que subyacen a estas prácticas.
Entre los jóvenes que fueron víctimas de explotación sexual antes de los 18 años, el 24 % indicó que el contacto con el explotador se produjo a través de OnlyFans y el 36 % a través de las webs de sugar dating.
Aunque estas páginas están legalmente restringidas a personas mayores de edad, se destacó “la facilidad” con las que los niños, niñas y adolescentes eluden los sistemas de verificación. Un 21 % de los participantes afirmó conocer a alguien de su entorno que usaba o consideraba usar estas plataformas para genera ingresos.
Este fenómeno está marcado por una profunda desigualdad de género: las mujeres jóvenes, entre 18 y 24, años son la inmensa mayoría de las creadoras de contenido en ‘OnlyFans’, lo que supone el 97 % de los perfiles, y la audiencia es principalmente masculina, hombres entre 25 y 44 años. Este patrón consolida una masculinidad basada en el consumo y la cosificación del cuerpo femenino.
“Los riesgos son graves, desde el grooming, sextorsión y ciberacoso, hasta la captación por redes de trata. Además, estás dinámicas impactan en la salud mental y la construcción de identidad. A las chicas les enseña que su valor depende de su sexualización y a los chicos les consolida una masculinidad basada en el control y el consumo de cuerpos”, subrayó Perazzo.
Save the Children exigió “una acción urgente a las administraciones públicas y a las plataformas digitales para proteger a la infancia y a la adolescencia de estas nuevas formas de explotación sexual. Las plataformas deben de establecer sistemas de verificación de edad y control de contenidos y una prohibición de la publicidad de estos espacios digitales. También que se incorpore una educación obligatoria que ayude a los adolescentes a identificar los riesgos y construir relaciones sanas e igualitarias”.
El proyecto de Ley Orgánica de protección de personas menores de edad en entornos digitales, que actualmente se encuentra en tramitación, “ofrece una oportunidad” para incorporar estas medidas para la protección de la infancia y la adolescencia frente a estos riesgos del entorno digital. “Es fundamental que la educación afectivo-sexual integral y la educación en la ciudadanía digital esté reglada desde edades tempranas, además de promover mecanismos legales que aborden la influencia digital y la sobreexposición de la infancia y la adolescencia en el entorno digital”, señalaron desde Save The Children.
(SERVIMEDIA)
24 Nov 2025
JNV/gja


