El medico llegó a Gaza el pasado 14 de noviembre como parte de un equipo de especialistas de MSF y se encontró “con escenas de total desesperación. Civiles atrapados. Sin combustible, sin comida, sin agua. Sin ambulancias. Los ataques a hospitales eran un hecho, y la gente cada vez más desesperada”, describió Rodriguez.

Asimismo, explicó que “es estremecedor ver todo en ruinas, gente buscando comida bajo los escombros, colas interminables para conseguir un poco de pan. No hay lugar en Gaza que no tenga un edificio destrozado”.

El equipo de MSF trabajó en el hospital Nasser de Jan Yunis, que, en ese momento, fue el mayor hospital en funcionamiento de Gaza tras los incesantes ataques al hospital Al Shifa, y tenía el doble de pacientes de los que podía atender.

Días después, tras tratar al mayor número posible de pacientes, el equipo médico se trasladó al hospital Al Aqsa, en la zona central de Gaza, donde también hubo intensos bombardeos. En circunstancias normales cuenta con unas 200 camas, pero debido al elevado número de pacientes el hospital tuvo que habilitar 450 más.

En este centro, MSF llevó a cabo consultas y cirugías, gestionó el cuidado de heridas y proporcionó fisioterapia y atención de salud mental a pacientes con traumas relacionados con la guerra, según contó Rodriguez.

Sin embargo, el 6 de enero, tuvieron que desalojar al personal de Al Aqsa después de que la zona recibió órdenes de evacuación del ejército israelí. Antes de la evacuación, “una bala entró en la unidad de cuidados intensivos y los intensos combates impedían acceder​ a las instalaciones”, relató el medico mexicano.

MSF instó a las fuerzas israelíes a proteger a los pacientes y al personal que continuó trabajando y recibiendo tratamiento dentro del hospital. El 7 de enero, un dron atacó el edificio administrativo del hospital y a varias personas. También el 10 de enero, 40 personas murieron y más de 150 resultaron heridas por ataques aéreos contra edificios situados en la misma entrada del hospital Al Aqsa.

Por otro lado, el especialista detalló que algunos de los momentos “más difíciles” en Gaza fueron durante las 20 o 25 intervenciones quirúrgicas que realizó cada día. “Tuve pacientes muy jóvenes que eran los únicos supervivientes de su familia y llegaban solos al hospital y, debido a esto, empezamos a utilizar el acrónimo inglés 'Wcnsf', que significa ‘niño herido, sin familia superviviente’”, añadió.

Además, el doctor hizo hincapié en que “cada día se pierden más vidas y la desesperación humana se agrava”. Al mismo tiempo, pidió que “este asedio y la violencia indiscriminada terminen ya”.