El Ministerio de Sanidad determinó la semana pasada que ante la ola epidémica que vive China, a los viajeros procedentes de ese país se les debe de exigir o una prueba negativa o la pauta de vacunación completa, no las dos, como solicita ahora el Cgcom.

El órgano que representa a los médicos también pide a la Organización Mundial de la Salud (OMS) que, como autoridad sanitaria internacional, "tenga la capacidad y el poder para desarrollar su función de vigilancia epidemiológica global, y monitorice la evolución de la pandemia en China. También la Unión Europea debería coordinar las medidas de vigilancia activa para controlar la posible expansión de la covid-19", apunta.

Asimismo, considera que existe una "lógica inquietud por la situación en China. La perspectiva de centenares de miles, o quizás millones de casos de SARS-COV-2 en una población con un bajo nivel de inmunidad, anticipa una morbimortalidad que puede ser dramática, así como un desbordamiento de sus recursos asistenciales; pero también supone dar oportunidades al coronavirus para generar nuevas variantes o subvariantes que puedan extenderse a nivel mundial. Lo previsible es que las mutaciones de los virus aumenten su contagiosidad, pero reduzcan su gravedad y letalidad", lo que aconseja tomar medidas para anticipar una posible nueva ola.

Por último, aboga por "la coordinación entre autoridades sanitarias central y autonómicas", algo que considera "esencial, debiendo evitarse que esta situación sea motivo para una nueva controversia política: el Sistema Nacional de Salud (SNS) tiene un marco institucional y organizativo para tomas decisiones cuyo núcleo, el Consejo Interterritorial, debería asumir el protagonismo y una voz única en este escenario".