En este sentido, Mendiluce alertó sobre "la trampa de creer que la causa común se debe formar alrededor de los aparatos existentes de partidos que defienden más sus intereses que una visión abierta, solidaria y pluralista del futuro".

EL objetivo de la izquierda debe ser, a juicio de José María Mendiluce, "aglutinar a la gente que está harta de los discursos de unos y otros, pero es sensible a lo que pasa en el mundo". En su opinión, en España hay "un enorme sector críticocon los partidos políticos, escéptico, desilusionado, pero que tiene en su cabeza y en su corazón todos los valores y sentimientos que nos permitirían formar una sociedad solidaria, y esa gente no está necesariamente representada en ninguna de las fuerzas políticas partidistas".

Por este motivo, Mendiluce pidió "menos lideratos autoproclamados, más humildad y más darse cuenta que hay que ir hacia el futuro y olvidarse de las nostalgias del pasado". No se puede confundir, insistió, "la gente que está pr una visión progresista y solidaria de nuestro país y del mundo, con los aparatos políticos que se autoproclaman herederos de purezas".

José María Mendiluce apostó por "una gran alianza detrás de los valores y principios que desde hace muchos años se han considerado universales", para "evitar el triunfo de la sinrazón del neoliberalismo", pero rechazó la alianza con "personas y aparatos que, para mí, no son progresistas ni contribuyen demasido a expresar la enorme diversidad de opiniones, criterios yposiciones, que debemos tener las personas adultas".