La palmera canaria, 'phoenix canariensis, es una especie endémica de Canarias, que muestra una elevada susceptibilidad al ataque del curculiónido ferruginoso de las palmeras, 'rhynchophorus ferrugineus' (Olivier), que provoca la muerte irremediable de los ejemplares que coloniza.

En consecuencia, la aparición generalizada de esta plaga en el archipiélago canario supondría un impacto ambiental de gran magnitud al poner en peligro de desaparición las formaciones naturales de la palmera canaria y el reservorio genético que constituyen.

Esta especie está presente en formaciones vegetales naturales en 145 espacios protegidos en las diferentes islas, lo que representa el 40% del territorio del citado archipiélago.

Además, la palmera canaria se encuentra como especie ornamental de forma regular en todas las islas, de las cuales El Hierro, Lanzarote y Los Tiles (La Palma) han sido declarados reservas de la biosfera por la UNESCO.