Los principales síntomas, como zumbidos o pérdidas parciales de la audición, desaparecen al cabo de algunas horas en la mayoría de los casos, pero, en opinión de los expertos que han elaborado el estudio, indican que e daño ya se ha producido.

"La tragedia es que este tipo de pérdida del oído es fácil de prevenir, pero una vez que el daño está hecho, ya no tiene cura", declaró James Stracha, uno de los investigadores.

El estudio, realizado sobre 366 jóvenes de entre 16 y 34 años, advirtió que el 80% de los que acuden a conciertos o discotecas no prestan atención a la salud de su oído. Sin embargo, el 62% de los clientes de discotecas y el 72% de las personas que regularmente acuden a los conciertos de rock aseuran haber sufrido trastornos auditivos.