Cataluña

La Moncloa encauza las relaciones con Junts tras el "tono bronco" de Díaz para salvar el dialogo presupuestario

MADRID
SERVIMEDIA

El Gobierno encauza estos días las relaciones con Junts para salvar el diálogo presupuestario tras el "tono bronco", según algunos socialistas, que utilizó la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, hacia la formación independentista al votar en contra de la reducción de la jornada laboral.

El ala socialista de La Moncloa calma la tensión con Junts y no hay amenaza de ruptura por parte de la formación independentista tras los ataques proferidos contra ellos por Yolanda Díaz desde la tribuna del Congreso y en una entrevista posterior. El Ejecutivo encauza así el diálogo presupuestario de cara a estas próximas semanas.

Sin embargo, hasta llegar aquí, fuentes gubernamentales admiten a Servimedia que ha habido llamadas "intensas", una clara estrategia y también una reunión entre la portavoz de Junts en la Cámara Baja, Miriam Nogueras, y el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, en la que se denomina 'zona de Gobierno', después de que Díaz metiese a Junts en "las tres derechas" junto a PP y a Vox en la sesión plenaria del pasado miércoles.

Fuentes del Gobierno explican que desde el principio el objetivo era aislar la negociación presupuestaria de otras, especialmente la fallida de la reducción de jornada laboral, negociada entre Díaz y Junts. A este hecho también se sumó el que la titular de Trabajo no tuviera a ningún ministro socialista apoyándola, ni tampoco estaba el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien se encontraba en esos momentos en el cine con su mujer. Tan sólo Bolaños estaba presente en el Hemiciclo en ese momento, tras la reunión que mantuvo con Nogueras.

Desde Sumar respaldan a Díaz e insisten en que ha llevado durante meses el peso de las negociaciones con la formación independentista para intentar sacar la reducción de la jornada laboral adelante. Sin embargo, según el entorno de Díaz, desde Junts "siempre" se les dijo lo mismo: "en esto no podemos ceder" y lo asocian a su "ferviente" defensa a la patronal catalana.

Sin embargo, su discurso contra Junts sorprendió a sus socios de gobierno, los socialistas, ya que después en una entrevista en Onda Cero, recogida por Servimedia, habló de "chantaje" de Junts en la negociación de la norma.

"LLAMADAS INTENSAS"

Frente a este discurso ha habido llamadas "intensas" y "a todos los niveles", según desvelan fuentes del Gobierno a este medio, quienes explicaron que ante un inminente diálogo presupuestario no se puede subir el tono como así lo hizo Díaz, con quienes, supuestamente, van a apoyar las cuentas públicas para 2026.

La orden en el PSOE estaba dada hace semanas y es "no subir el tono con los socios de investidura" con la negociación de los presupuestos a la vuelta de la esquina, indicó un diputado del partido, que tampoco entiende la dureza de Díaz y lo achaca a "nervios". "Sumar no tiene muchas banderas y la principal era ésta", respondió otro defendiendo a la vicepresidenta.

Sin embargo, desde el equipo más cercano del presidente insistieron en cortar "el ruido". "Esperemos que vayan entrando", es el deseo que muestran respecto a Junts y los Presupuestos, pese a que "Puigdemont está muy desesperado por el tema de la amnistía", lamentaron.

Con todo, los socialistas han marcado distancia de la derrota de Díaz, dejando claro que la negociación ha sido sólo obra suya y que Junts siempre dejó claro su posición. "Hay que llevar las cosas cuando hay agua", insisten fuentes socialistas.

Pese a ello, en La Moncloa se muestran "tranquilos" y no les parece mal el actual escenario porque prevén movilizaciones y aprovecharán la "presión social y política" para apretar al PP. El Ejecutivo aspira a tener unos números que blinden a Sánchez en La Moncloa hasta 2027, aunque se muestran dispuestos a tirar de fondos europeos y a continuar avanzando si no logran sacar adelante las cuentas públicas.

RELACIÓN PSOE-JUNTS

Por su parte, desde Junts defienden su rechazo a la reducción de la jornada laboral prese a las presiones de partidos políticos y sindicatos. El mismo día de la votación, la propia Nogueras señaló que no se puede “obligar por ley a quien no puede” que adopte esta medida porque, al final esto “lo acaba pagando el de siempre, el trabajador”.

La relación entre el PSOE y Junts, según los de Carles Puigdemont, se mantiene como empezó, sin ningún tipo de “confianza”, pero con el “incumplimiento” de algunos puntos del acuerdo de Bruselas firmado entre ambas formaciones. La diferencia es que los independentistas yo no van a dar más avisos al Gobierno.

De hecho, Junts comenzó el curso político manteniendo una reunión de su Ejecutiva Permanente en Waterloo con la que iniciaban un debate interno sobre el futuro de la legislatura. Además, Puigdemont ha citado a los suyos el lunes y el martes para marcar la estrategia que seguirá su partido tanto en el Congreso como en el Parlament.

Por el momento, Junts sigue manteniendo la “prórroga” que dio al PSOE hace unos meses al retirar su iniciativa para instar a Sánchez a someterse a una cuestión de confianza, pero dejó claro que esta no puede durar para siempre. Para este partido, la amnistía a Puigdemont y la oficialización del catalán en Europa son dos temas clave.

Esta formación independentista siempre ha asegurado que se mueven “carpeta a carpeta” y no suelen ligar una negociación con otra. En materia de Presupuestos, Junts asegura que las conversaciones no han comenzado y que, por su parte, no lo harán hasta que el Gobierno cumpla con la ejecución de las cuentas actuales.

Para el Gobierno, Junts es decisivo para muchas de las votaciones que necesita sacar adelante en el Congreso y este partido ya ha dejado claro que no le afecta votar lo mismo que PP y Vox, ya que no lo ven así, sino que deciden su voto en función de si las medidas del Ejecutivo benefician o no a Cataluña y los intereses de los catalanes.

(SERVIMEDIA)
14 Sep 2025
NVR/BMG/mjg