Así, el número de varones ocupados ha aumentado sólo un 1,02 por ciento desde 1986, mientras que el incremento de mujeres empleadas alcanza un 24,5 por ciento más.

La sociedad española esta cada vez más convencida de que es necesario que aumente la mano de obra cualificada, y son las mujeres las que más rápidamente han asumido la necesidad de una preparación especializada.

El trabajo e el segundo de los valores de la sociedad española, después de la familia, y a mayor distancia los amigos, el tiempo libre y la religión.

Para un español, los principales atractivos de un trabajo son, por este orden: buen salario, sin riesgo de paro, buen ambiente, desarrollo de las propias capacidades, horarios cómodos y el contenido del trabajo.

Mientras, para el europeo medio son: buen salario, buen ambiente, el contenido del trabajo, sin riesgo de paro, desarrollo de las propias capacidades einterés por triunfar.

"Pero el salario ya no es la única razón del trabajo", señala el informe, que destaca además que 7 de cada 10 europeos "prefiere otras motivaciones extrínsecas al beneficio material: desarrollar las propias cualidades, el contenido del trabajo, encontrarse con otras personas, triunfar".

INMIGRACION

Otro de los ámbitos en los que profundiza el estudio es la aceptación de los extranjeros, y aquí los españoles manifiestan ser contradictorios ante la inmigración, ya que mientrs aceptarían que un inmigrante entrara en su familia, también creen que el Gobierno debería limitar la legalización de los inmigrantes.

El 61 por ciento de los encuestados se manifiesta "bastante" o "muy de acuerdo" con la política de cupos para la inmigración que aplica el Ejecutivo, mientras casi dos tercios considera que las autoridades han controlado "poco" (47 por ciento) o "nada" (14 por ciento) la estancia ilegal de los extranjeros en España.

Asimismo, la mayoría de los españoles no tendrín inconveniente para tener a algún inmigrante como vecino, compañero de trabajo o, incluso, como miembro de la familia con motivo del matrimonio. Sólo un 10 por ciento de los encuentados darían la bienvenida a una política xenófoba y racista como la que quiere aplicar Le Pen en Francia.

En otros ámbitos, el estudio llega a la conclusión de que la política medioambiental es secundaria para el Gobierno, ya que los encuestados consideran que los gobernantes priman los principios economicistas y los consevacionistas.

Por último, el informe destaca la "rápida" europeización de los ciudadanos españoles, que empiezan a exigir sus derechos de consumidores cuando no son atendidos correctamente. Los catalanes son los que más y mejor reclaman, mientras los castellanos y los andaluces son los más sufridos o los que se quejan con menos argumentos.