Así lo manifestó durante la inauguración de la jornada ‘Actualidad de la investigación científica de la enfermedad de Alzheimer y las necesidades de las personas afectadas’ celebrada en el Senado y organizada por la Fundación Pasqual Maragall.

En la actualidad, más de un millón de personas tienen alzhéimer y otras demencias en España y si no se encuentran tratamientos que frenen su progreso, el número de casos podría doblarse en 20 años si se tiene en cuenta el aumento de la esperanza de vida de la población.

Ante esta realidad, Narbona subrayó que “las administraciones deben estar a la altura de este reto. En un país tan descentralizado como el nuestro, hay responsabilidades que están a diferentes niveles, y es evidente que un futuro sin alzhéimer requiere de también de una visión de coordinación entre las administraciones y de coherencia de las políticas”.

De hecho, añadió, que en la lucha contra el cáncer “hemos avanzado mucho más que en la lucha contra el alzhéimer y tenemos las potencialidades de nuestro país en cuanto a la calidad de nuestros investigadores”.

ENORME ELEFANTE

Junto a la vicepresidenta del Senado, inauguró también la jornada la presidenta de la Fundación Pasqual Maragall, Cristina Maragall, quien comparó a esta patología con “un enorme elefante que es ignorado por los responsables públicos pese a su evidente e incómodo tamaño”.

Sin embargo, agregó que ya son muchos “los que insistimos en que es urgente dejar de mirar hacia otro lado y que el abordaje de las demencias debe ser una prioridad política estratégica”.

De hecho, el alzhéimer “es la segunda preocupación de salud de la ciudadanía española a muy poca distancia del cáncer. Sin embargo, las demencias continúan sin recibir la atención que merecen en diferentes aspectos como el fomento de la investigación, el avance del diagnóstico precoz y la prevención, la mejora de los protocolos sanitarios o el apoyo a las personas diagnosticadas y sus familias”.

UNIDAD Y COOPERACIÓN

Por ello, explicó Maragall, esta jornada tiene el objetivo de visibilizar su dimensión e impacto y la urgente necesidad de hallar soluciones. “La única forma de hacer frente al enorme reto que esto supone es desde el compromiso, la unidad de acción y la cooperación entre los diferentes actores implicados como las asociaciones de afectados y familiares, las entidades que ofrecen atención y cuidado, las organizaciones e instituciones científicas y sanitarias y los responsables públicos con funciones legislativas y de Gobierno”, añadió.

Ante el incremento de la esperanza de vida, la presidenta de la Fundación Pasqual Maragall insistió en que el número de casos se podría duplicar en solo 20 años. “Esta situación sería insostenible para las familias pero también para los servicios públicos sanitarios y de protección social”.

Por lo tanto, agregó, “debemos aspirar envejecer con salud y calidad de vida. Y en este momento de la historia tenemos el derecho de exigirlo. Y lo lograremos con el avance de la investigación y la ciencia”.