Los investigadores del King's College de Londres, que estudiaron a cerca de 15.000 niños, también descubriern que, en las ciudades inglesas, las niñas con problemas de obesidad tienen más probabilidades de padecer asma que los niños, algo que no se hizo evidente en otras zonas, como Escocia.

Un niño obeso tiene un 25 por ciento más de probabilidades de sufrir asma que los demás niños. Este problema afecta a uno de cada seis niños de edades comprendidas entre los cuatro y los once años.

Algunas investigaciones americanas sugieren que la obesidad precede al problema de asma, pero, sin embargo, los último estudios parecen inclinarse por la teoría contraria, es decir, que el hecho de ser asmático produce problemas de sobrepeso.

La explicación parece estar en que los padres de los niños con asma creen que el ejercicio es perjudicial para sus hijos y les hacen llevar vidas sedentarias.