Vacunas

No es cierto que el cáncer haya crecido "un 5.000%" debido a la vacuna contra la covid-19

MADRID
SERVIMEDIA

No es cierto que los casos de cáncer hayan crecido "un 5.000%" debido a la vacuna contra la covid-19 ni que los efectos de la tercera dosis sean "mucho más fuertes y mucho más rápidos" que los de las anteriores, como difunde falsamente un audio que circula por redes sociales.

Se está difundiendo por Telegram un audio de una supuesta sanitaria de “un gran hospital de Barcelona” que afirma, entre otras cosas, que la tercera dosis de la vacuna contra la covid-19 “está siendo letal”, que “el cáncer ha crecido un 5.000%”, que los efectos de la tercera dosis “están siendo mucho más fuertes y mucho más rápidos” que los de la segunda, que la covid persistente “no existe” sino que “son las vacunas”, y que las patologías cardiacas “han crecido muchísimo”.

Sin embargo, la persona que habla en el audio no aporta datos o pruebas científicas que demuestren todo lo anterior y basa sus afirmaciones en lo que dice haber visto en su hospital.

El contenido menciona que los casos de cáncer “han crecido un 5.000%” y cita varios diagnósticos singulares sin aportar pruebas, únicamente su testimonio, en los que ciertos pacientes supuestamente enferman repentinamente de cáncer. “Gente que se estaba curando y de repente se encuentra mal, les hacen un TAC y están invadidos y en estadio cinco, de golpe”, afirma la mujer en el audio.

Por un lado, el 'estadio cinco' del cáncer, como tal, no existe: para clasificar la gravedad de la enfermedad se utiliza una escala que contempla desde el estadio 0 (cáncer 'in situ', sin diseminación) hasta el estadio IV (se ha diseminado a otros órganos o partes del cuerpo, también denominado cáncer avanzado o metastásico), según explica la Sociedad Americana de Oncología Clínica.

Por otro, no es cierto que el número de pacientes con cáncer haya crecido un 5.000% en España. De hecho, hay estudios científicos que alertan de que la detección del cáncer ha bajado durante la pandemia, lo que repercute en que estos pacientes acaban recibiendo un peor pronóstico.

Según detalla a Maldita.es Mónica Granja, secretaria científica de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y oncóloga médica del Hospital Universitario Clínico San Carlos, “no han subido los casos de cáncer un 5.000% desde el inicio de la vacunación”. Así, indica que las estimaciones previas a la pandemia “ya indicaban que el número de casos nuevos aumentará en las próximas dos décadas a nivel mundial”. Esto se debe, fundamentalmente, “al envejecimiento de la población y a los hábitos de vida”.

Según el Observatorio de la Asociación Española contra el Cáncer, una herramienta estadística que ofrece datos sobre estas enfermedades basándose en el Global Cancer Observatory (Globocan) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2019 se detectaron 276.246 nuevos casos de cáncer en España; en 2020, 282.421 y en 2021, 285.530. Esto supone un incremento del 3,36%. Si únicamente se tienen en cuenta los años en los que hubo una vacuna contra la covid-19 (2020 y 2021), este aumento es del 1,1%.

Asimismo, Granja explica que “aún no está del todo claro” cómo afectó la pandemia a la incidencia del cáncer de 2021 y cómo afectará este año. Informes como el de 'Las cifras del cáncer en España 2022', elaborado por la SEOM, se interpretan como la incidencia de cáncer que habría este año si no hubiera habido factores que hubieran alterado las posibilidades diagnósticas del sistema sanitario. “Por ejemplo, los programas de detección precoz de cáncer de mama o de colon se vieron afectados, por lo que el número de casos diagnosticados fue menor de lo esperado”, concreta.

Por otro lado, Granja incide en que a día de hoy “no se han encontrado evidencias” que relacionen de alguna manera vacunas contra la covid-19 y riesgo de cáncer. “El sistema de farmacovigilancia realiza análisis periódicos de los acontecimientos adversos reportados de las distintas vacunas covid-19 y evalúa si se están notificando con una frecuencia mayor de lo que cabría esperar en la población general. Hasta la fecha, se han realizado 14 informes con una periodicidad mensual sin que se haya reportado ninguna relación entre las vacunas de covid-19 y el riesgo de desarrollar cáncer”, concluye.

NI MÁS FUERTES NI MÁS RÁPIDOS

A lo largo de todo el audio, la supuesta sanitaria afirma que, con la administración de la tercera dosis de la vacuna contra la COVID-19, “los efectos están siendo mucho más fuertes y mucho más rápidos que la segunda dosis”. También que “lo que está pasando con la tercera dosis está siendo letal, fatal”. Sin embargo, los datos de farmacovigilancia de la dosis de refuerzo reportan muchas menos notificaciones de acontecimientos adversos que los de las dosis de la vacunación completa (dos dosis o una, dependiendo de la vacuna).

Según el último informe (14º) de farmacovigilancia sobre las vacunas de la covid-19, elaborado y publicado por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), a 6 de marzo de 2022 se han administrado en España 99.455.472 dosis, habiéndose registrado 64.427 notificaciones de acontecimientos adversos. Esto se corresponde a “65 notificaciones por cada 100.000 dosis administradas". Los efectos que aparecen con más frecuencia en estas notificaciones son fiebre, dolor en la zona de vacunación, dolor de cabeza, mareos, dolor muscular y dolor en articulaciones.

Este informe recoge datos específicos de acontecimientos adversos relacionados con la tercera dosis. Así, refleja que a 6 de marzo de 2022, cinco meses después de su aprobación en España, se han administrado 24.071.919 dosis de refuerzo, para las que se han identificado 1.208 notificaciones de acontecimientos adversos (lo que corresponde a 5 por cada 100.000 dosis).

PARADOJA DE SIMPSON

En otro punto del audio, la mujer que habla dice que “de cada 100 personas que ingresan” en el hospital en el que supuestamente trabaja, “98 son vacunados”. Como han explicado en Maldita.es, esto es un claro ejemplo de la paradoja de Simpson: ocurre cuando, al analizar grupos de datos de forma conjunta, se producen resultados diferentes o contrarios que al analizarlos por subgrupos.

Un ejemplo claro es el de una infografía que ha publicado el divulgador Influciencia en su cuenta de Instagram. Si se analizan los datos totales, se ve que un 75% de las personas que fallecieron en accidentes de tráfico llevaba puesto el cinturón de seguridad (110 de 145), llegando a la conclusión (errónea) de que el cinturón de seguridad no es eficaz. Sin embargo, si se analizan los datos por subgrupos, se ve que en los accidentes sin cinturón mueren el 70% de las personas (35 de 50) y en aquellos donde las personas llevaban el cinturón mueren solo el 11% (110 de 950).

Esto ocurre porque en el total de accidentes analizados (1.000), el grupo de accidentes donde las personas llevaban cinturón es mucho más grande (950) que el de quienes no lo llevaban (50). Por lo tanto, a la hora de analizar los datos de fallecidos de forma conjunta ese subgrupo pesa mucho. De esta forma, en el grupo de ingresados en un hospital, habrá muchas más personas vacunadas que sin vacunar, pero no quiere decir que la vacuna no sea eficaz o que las personas vacunadas fallezcan en mayor proporción que las que no vacunadas.

COVID PERSISTENTE

El audio también afirma que la covid persistente “no existe” y que lo que está detrás de este cuadro de síntomas son las propias vacunas contra la covid-19. Sin embargo, es un síndrome que se caracteriza por “la persistencia de síntomas de covid-19 durante semanas o meses después de la infección inicial, o por la aparición de los síntomas tras un tiempo sin ellos”, según explica el Ministerio de Sanidad de España.

Otros organismos de salud pública, como los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), el Sistema Nacional de Salud de Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés) o la OMS también lo han definido y realizan investigaciones que expliquen qué causa, qué problemas conlleva y cómo se puede tratar.

Una de las investigaciones más citadas sobre covid persistente propone la hipótesis de que las mitocondrias (el orgánulo de las células responsable de generar la mayor parte de la energía química) podrían estar relacionadas con la fatiga crónica, uno de los síntomas que aparecen con este cuadro médico.

Una investigación británica publicada en enero de 2022 concluyó que las personas con vacunación completa reducen a la mitad las posibilidades de desarrollar 'long covid' (terminología inglesa para la covid persistente) y que solo el 5% de los vacunados que pasaron la covid-19 tras la inyección mantuvieron los síntomas durante cuatro semanas después de la infección. La definición clínica de la OMS considera que hablamos de covid persistente cuando los síntomas duran al menos dos meses.

AFECCIONES CARDIACAS

Por último, en varios momentos a lo largo del audio se menciona que las afecciones del corazón “crecen un montón” entre los ingresos del hospital en el que, en teoría, trabaja la persona que habla. “Hay más ingresos por caídas de ancianos porque les afecta el corazón, como pasa con los jugadores de deportes, que se desvanecen”, dice en otro momento.

En Maldita.es conocen esta estrategia, en la que los desinformadores apuntan a dolencias de deportistas para crear bulos sobre la vacuna de la covid-19: pasó con el futbolista Kun Agüero, con el tenista Stefan Kozlov y con varios participantes del Open de Australia 2022.

Sobre las afecciones cardiacas sí se han reportado casos de miocarditis y pericarditis en población joven como consecuencia o efecto secundario de la administración de las vacunas de ARM mensajero, pero se trata de casos muy poco frecuentes. De hecho, en adolescentes, los beneficios de la vacunación siguen siendo mayores a los posibles riesgos.

El comité de seguridad de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) concluyó que la miocarditis y la pericarditis pueden darse en casos muy raros tras recibir las vacunas contra la covid-19 de Pfizer y Moderna. Un informe de este comité de diciembre de 2021 estimaba que estos casos se podrían dar en una persona de cada 10.000 vacunados. La OMS también destacó en mayo de 2021 que la mayoría de pacientes que reportaron estos problemas tras la vacunación se habían recuperado.

(SERVIMEDIA)
30 Mar 2022
CLC