En una entrevista a Servimedia, Nuet, que tiene 58 años, explica que empezó a perder oído hace más de 20 y actualmente sufre una pérdida auditiva del 52%, heredada de su padre y compartida por todos sus hermanos. Desde hace dos, cuando por fin lo solicitó, tiene reconocida una discapacidad del 33% por sordera. “No me avergüenza en absoluto”, recalca con la broma de que “Goya era sordo y era un genio”.

Con los audífonos hace “una vida completamente normal” y compara el artilugio con las gafas que utilizan millones de ciudadanos. Ahora, en la tarea que le encomendaron cuando Junts per Catalunya salió del Gobierno dejando a ERC en minoría en la Generalitat, tuvo que abandonar las clases de Ciencias Sociales que había vuelto a dar en el colegio. Con sus audífonos, negocia con los grupos parlamentarios todos los apoyos que necesita el Ejecutivo de Pere Aragonès para sacar adelante sus medidas.

Con una pérdida auditiva de poco más el 50%, a Nuet todavía no le ha hecho falta aprender lengua de signos, pero los audífonos le han acompañado desde 2003 a la dirección de ICV-EUiA , luego a la federal de Izquierda Unida, al Senado, al Congreso de los Diputados, al Parlamento catalán y hasta a un barco que llevó ayuda humanitaria a Gaza durante la invasión israelí de 2008-2009.

El hoy director general recuerda que, antes de ponerse audífonos, llegaba antes de tiempo a las reuniones políticas para elegir el lugar desde donde pensaba que iba a oír mejor. Por eso, admite que la discapacidad “a veces te marca un poquito profesionalmente”. Ya olvidado aquel temor con ayuda de la tecnología, confiesa que tiene los dispositivos tan integrados en su cuerpo que a veces se mete sin querer con ellos en la piscina o en la ducha.

Juan Nuet, con sus compañeros de ERC en Sabadell en las elecciones municipales | Foto de sus redes sociales

TAMBIÉN VIVE CON DIABETES

“Cada uno lo lleva como puede, de la mejor manera posible. Hay que buscarlo el lado positivo, si es posible”, recomienda, pese a que, atestigua, tiene “amigos a quienes no les gusta que se vea que tienen audífonos, porque les da vergüenza”. No es su caso, y eso que, además de discapacidad auditiva, también tiene diabetes, una enfermedad que requiere control diario, con una dieta concreta y más deporte. “Yo lo llevo bien. Hay gente que lo lleva final”, comenta. “Hay que ser feliz con lo que te ha tocado, no pensar en situaciones ideales que no existen. A mí no me ha ido mal en la vida, así que no me quejo”.

Su mujer le suele tomar el pelo con que él padece, en realidad, “sordera selectiva”, y cuando no le gusta algo se quita el audífono. “A los que no les escucho a lo mejor es porque no les quiero escuchar”, corrobora él. Y, como profesor, confiesa que “los alumnos a veces son muy descarados” al descubrir que tiene sordera.

Nuet constata que “muchas situaciones de discapacidad están mal vistas”, cuando las personas que las viven a veces “tienen unas potencialidades enormes” y, tal vez por la propia discapacidad, “pueden dar más de sí en otras facetas”. “Hay que normalizarlas, romper con las fronteras y facilitar la vida política y cultural a estas personas”, propugna. “Hacen falta pequeñas adaptaciones en los edificios públicos. Y no todo el mundo se puede permitir comprarse unos audífonos. Deberíamos facilitarlos, porque cierran o abren puertas”.

Nuet, durante un debate en Servimedia cuando era diputado en el Congreso | Foto de Jorge Villa

Pese a cerrar simbólicamente la lista de ERC por Tarragona al Congreso de los Diputados, no se plantea volver a una cámara legislativa. “He estado ya 10 años. Es una etapa en la que ya he dado de mí todo lo que podía, y hay mucho trabajo que hacer en el Gobierno”. El director general saltó a primera fila de la actualidad como miembro de la Mesa del Parlamento catalán que permitió tramitar las leyes de desconexión de 2017.

Cuatro años después fue juzgado, condenado e inhabilitado durante ocho meses por el Tribunal Supremo, lo que le obligó a dejar su escaño en el Congreso, fruto de la coalición de ERC con su partido, Soberanistes. No obstante, cuando estuvo en la Mesa del Parlament como diputado de Catalunya Sí Que es Pot, formación antecesora de los Comunes como confluencia de Podemos y la izquierda catalana, los independentistas también le criticaron por no plegarse a todas las demandas que exigía el proceso que desembocó en el referéndum del 1 de octubre.

A partir de toda su experiencia, Nuet, metaforizando con su sordera, concluye que “en política hoy se escucha menos que antes”, porque “la gente repite consignas en demasiadas ocasiones”. A su modo de ver, “hay que escuchar más, porque gran parte de la política son relaciones humanas, que ayudan a que los proyectos puedan dialogar, y el contraste de opiniones es imprescindible”. En definitiva, que “en la política hay más sordos que en la vida real”. “Al menos sordos políticos”, puntualiza.