Sevilla, que presentó en rueda de prensa un informe sobre la política fiscal del PP desde que llegó al poder en 1996, afirmó que "el PP ha convertido España en un paraíso fiscal para los más ricos".

Según los socialistas, con el nuevo IRPF, el 10% de los contrbuyentes con rentas más altas se beneficiaron de un ahorro fiscal de casi 1.200 euros (200.000 pesetas), mientras que el 10% más pobre sólo se ahorró una media de 13,2 euros (2.200 pesetas).

Sevilla aseguró que "el principal resultado de la política fiscal del PP ha sido rebajar la tributación de las rentas del capital, el patrimonio y los profesionales, perjudicando a los trabajadores con nómina e incrementando las desigualdades sociales en España".

Tras seis años de Gobierno del PP, según el PSE, un ciudadano puede tributar, con los mismos ingresos, de cuatro maneras distintas según cómo los haya obtenido.

Si provienen del trabajo asalariado puede pagar hasta el 48%; si vienen de trabajo no asalariado, hasta el 35%; si son plusvalías, el 18%, y si son rentas irregulares de capital, hasta el 12%.

En la práctica, destaca el informe del PSOE, los asalariados españoles declaran más ingresos medios que los empresarios (13.074 euros frente a 6.760 euros) y poco menos que los profesionales.PREMIO AL RENTISTA

Asimismo, las rentas del trabajo suponen el 83% de toda la recaudación y se premia al rentista y se penaliza al trabajo o al emprendedor, asegura. Las rentas bajas, a su vez, han visto compensada con creces la pequeña rebaja fiscal con la subida de los impuestos indirectos, que en seis años aumentó 2,7 puntos respecto al producto interior bruto (PIB), según Sevilla.

Añadió que "el Gobierno ha descuidado la lucha contra el fraude fiscal" y está negando información sobre la incidncia de la reforma fiscal en los diferentes estratos de la sociedad.

Sevilla mencionó varias promesas del PP que, en su opinión, ha incumplido: bajar los impuestos a todos, cuando ha subido la presión fiscal; mejorar el gasto social, cuando ha caído 2,5 puntos del PIB; mejorar de las ayudas para comprar vivienda, cuando el precio de la misma se ha incrementado en un 52,8% desde 1997, o que la reforma fiscal costaría 2.404 millones de euros, cuando han sido 4.854 millones, el doble de lo previsto.

"Creo que este conjunto de promesas incumplidas, de hacer lo contrario de lo que habían prometido, resta mucha credibilidad al discurso fiscal del PP", afirmó Sevilla, quien considera que el Gobierno está "obsesionado por favorecer a las rentas más altas, obsesionado por favorecer a las rentas del capital".

El portavoz socialista aludió a la supresión del régimen de transparencia fiscal propuesta por la Comisión Lagares y dijo que, detrás de cuestiones "tan esotéricas" como ésa, se esconde "que el modlo Piqué se generaliza y que se hace más fácil eludir impuestos siguiendo el ejemplo de ministros como Piqué".