LOS OBISPOS CONSIDERAN "INACEPTABLE MORALMENTE LA PRODUCCION Y DESTRUCCION DE EMBRIONES HUMANOS"
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La Conferencia Episcopal Española (CEE) considera que es "inaceptable moralmente la producción, manipulación y destrucción de embriones humanos".
Esta afirmación está recogida en una nota que la Oficina de Información de la CEE difundió el pasado 29 de octubre y a la que hoy se ha remitido después de que la ministra de Sanidad, Elena Salgado, haya presentado el borrador de la nueva Ley de Reproducción Asistida.
La citada nota, de cinco puntos, señala que "la producción de seres humanos en laboratorio, independientemente de su fin, contradice la dignidad de la persona y es éticamente inadmisible".
Recuerda que la CEE ha denunciado en varias ocasiones la Ley de Reproducción de 1988 como una ley "injusta" y afirma que "a su amparo se viola el derecho de los hijos a ser engendrados en el acto fecundo de donación interpersonal de los padres".
El Episcopado considera que "la experimentación con estos seres humanos 'sobrantes' de los procesos de fecundación es un atentado más contra su dignidad personal: el embrión humano merece el respeto debido a la persona humana".
A su juicio, "descongelar los embriones 'sobrantes' para reanimarlos y luego quitarles la vida en la obtención de sus células madre como material de experimentación es una acción gravemente ilícita que no puede ser justificada por ninguna finalidad supuestamente terapéutica".
La nota añade que "es previsible un aumento del número de embriones congelados y la reproducción agravada de una situación que ya había creado una cierta alarma social".
Tras alentar la investigación con células madre procedentes de adultos, porque no implica problema ético alguno, la CEE señala en la nota que "la clonación reproductiva y la clonación 'terapéutica' o 'de investigación' no son dos tipos diferentes de clonación: implican el mismo proceso técnico de clonación y difieren únicamente en los objetivos que persiguen".
Por todo ello, los obispos destacan que "la conclusión es clara: por muy noble que sea el fin perseguido, es inaceptable moralmente la producción, manipulación y destrucción de embriones humanos. Nunca se puede instrumentalizar al ser humano. La ciencia y la técnica requieren la ética para no degradar sino promover la dignidad humana".
(SERVIMEDIA)
01 Feb 2005
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