LOS OBISPOS CREEN QUE LA EMOCRACIA LEGITIMA LEYES QUE HACEN PELIGRAR EL ESTADO DE DERECH0
- Afirman en el documento "Moral y sociedad democrática" que lo "democrático" no siempre es "justo"
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Los obispos españoles consideran que la legitimación de las leyes por el "criterio supremo" de que las respalda una mayoría o el consenso de un grupo "pone en peligro el mismo Estado de Derecho", ya que nada "impediría entonces decidir en contra de la dignidad de las personas y del respeto de las concincias".
Los obispos españoles afirman en el documento "Moral y sociedad democrática" que la Iglesia está a favor de la democracia "pero ello no significa aceptar que democrático sea siempre igual a justo. Esto dependerá de que lo decidido esté efectivamente de acuerdo con el orden moral objetivo que radica en la verdad de la condición humana".
La pastoral aprobada por la asamblea plenaria Conferencia Episcopal, que hoy concluyó en Madrid defiende que hay que distiguir entre el pluralismo "democráico" y el pluralismo "relativista".
"El primero es querido y promovido por la Iglesia", señalan, "y consiste en el respeto de las legítimas diversidades, basado en el respeto a las conciencias. En cambio, el pluralismo relativista es inaceptable porque parte del supuesto de que no existe una verdad del hombre que todos puedan aceptar para guiar la convivencia".
La Plenaria de la Conferencia Episcopal ha señalado además que los escándalos se han incrementado desde la publicación del último documeno sobre moral y democracia. "La situación de la moral pública y privada parece haberse agravado", afirman.
Mientras el documento insiste en el reconocimiento de que sólo las intituciones del Estado están legitimadas para establecer la ley civil, añade también que "las fuentes de legitimidad básica de la ley no son sólo las decisiones de los grupos ni los consensos".
Sin embargo, los obispos aclaran que la Iglesia "no pretende en modo alguno debilitar la autoridad civil, sino que, por el contrario quiere contribuir a consolidar".
Por otra parte, los obispos han defendido la intimidad de las personas como un derecho fundamental, y en especial el derecho a la vida privada de los personajes públicos, ya que citan que "es imposible establecer una seperación rígida entre la ética pública y ética privada, pues ambas se refieren al mismo sujeto humano y se alimentan de la misma verdad sobre la dignidad humana".
(SERVIMEDIA)
16 Feb 1996
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