Llamazares declaró, antes de asistir a un acto de balance de la legislatura organizado por UGT, que "estamos en campaña electoral y en vez de tener ruido de sables tenemos ruido de sotanas", a propósito del documento de la Conferencia Episcopal que relacion la revolución sexual con los malos tratos.

El líder de IU advirtió de que la Iglesia "está preparando la campaña electoral a la derecha más extrema en este país. Lo que han dicho los obispos es de juzgado de guardia, es exculpatorio para los maltratadores".

Recalcó que "el problema de este país no es la revolución sexual, que lleva mucho tiempo, por suerte, sino el machismo, la dependencia de las mujeres, la falta de políticas de igualdad de género. Ahí es donde debería hacer hincapié la Iglesiay el Gobierno, y desgraciadamente, no es así".

"Si la Iglesia está decidida a dar clases de religión con esos contenidos inconstitucionales, lo que debe hacer un Gobierno democrático es denunciar el Concordato y renegociar los acuerdos con la Iglesia católica", agregó.

A su juicio, es necesario que "las escuelas concertadas y públicas sean verdaderamente laicas, no confesionales, especialmente las públicas, y no tengan idearios al margen de los derechos humanos, ofensivos para las mujeres, y no cnstitucionales".

Por otro lado, recalcó que "cada vez es más evidente que se necesita un Plan Integral contra la violencia de género, que debe ir desde la igualdad laboral al reparto del tiempo en la familia, y la política educativa".

"La coeducación entre niños y niñas es un instrumento esencial contra el cual está atentando la propia jerarquía eclesiástica", aseguró, al igual que "las medidas judiciales, legales y penales, que todavía no están dando frutos porque no hay una política integral nipresupuestos para ella".

Concluyó que la lucha contra la violencia de género es "una de las deudas más importantes que tiene este país, con más del cincuenta por ciento de la sociedad, que son las mujeres".