PIB

La OCDE eleva tres décimas sus previsiones de PIB para España, hasta el 2,9% en 2025, impulsado por la demanda interna

MADRID
SERVIMEDIA

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) elevó en tres décimas sus previsiones de crecimiento para la economía española en 2025, desde el 2,6% de septiembre hasta el 2,9% en la actualidad, con la demanda interna como el principal motor de ese impulso.

Así se desprende de la encuesta sobre España publicada por el organismo este miércoles, en la que también mejora sus proyecciones para 2026, desde el 2% hasta el 2,2%, dos décimas más, y sitúa las de 2027 en el 1,8%.

“La demanda interna seguirá siendo la clave del crecimiento, en un contexto de debilitamiento de la demanda externa. El consumo privado estará respaldado por un mercado laboral sólido, el aumento de los ingresos reales y la caída de la inflación general”, apuntó el informe.

La OCDE también destacó que la recuperación de España tras la pandemia fue más equilibrada que en crisis previas y con menos dependencia del capital extranjero, sin olvidar tampoco la llegada de los fondos europeos. Todo ello le permitió superar a sus pares europeos, con una tasa de crecimiento del 3,5% en 2024.

En los próximos ejercicios seguirá siendo robusto, pero se moderará gradualmente, como evidencian sus proyecciones hasta 2027.

No obstante, la OCDE avisó de que el PIB per capita de España no ha alcanzado todavía los niveles europeos, lo que evidencia “el débil crecimiento de la productividad laboral”, a pesar de que esta ha mejorado desde la pandemia.

EL PARO BAJARÁ DEL10% EN 2027

La OCDE pronostica que la tasa de paro española cerrará el año en el 10,6%, y seguirá está senda descendente en los próximos ejercicios. En 2026, quedará en el 10,1% y en 2027 conseguirá bajar de esa barrera del 10% y se situará en el 9,8%.

Aunque la mejora es evidente, la OCDE advirtió de que el desempleo en España permanece bastante por encima de la media de la Unión Europea y de la propia OCDE. Además, la situación se agrava en el caso de las mujeres y los jóvenes, “desproporcionalmente afectados” y con signos de que se trata de un “desempleo mayoritariamente estructural”.

Por ello, el organismo incidió en que el aumento de las tasas de empleo y la reducción de las de desempleo debería convertirse en “una prioridad”.

“El elevado desempleo refleja en gran medida problemas estructurales, como los escasos incentivos para que los desempleados se reincorporen al mercado laboral, el desajuste entre la oferta y la demanda de competencias y unas políticas activas del mercado laboral que aún no han alcanzado todo su potencial, cuestiones que ya se plantearon en anteriores Estudios Económicos de España de la OCDE”, recordaron.

Pese a este problema, el mercado laboral español se ha comportado con fuerza tanto en este ejercicio como el pasado, gracias, en parte, a la inmigración. Los trabajadores extranjeros representan el 14,4% del total de la población empleada, si bien “sus habilidades podrían emplearse mejor”.

La OCDE también valoró el impacto positivo de la reforma laboral en la reducción de la temporalidad, que pasó del 25,4% en 2021 al 16% en 2024, “cerca de la media de la UE”.

Por otro lado, la OCDE advirtió de que los ingresos medios están por debajo de la media de la OCDE como resultado de “la escasa productividad de las empresas, el bajo nivel de cualificación, y el desajuste entre la oferta y la demanda de competencias”.

En cuanto a las sucesivas subidas el salario mínimo interprofesional (SMI), hasta los 1.184 euros al mes este año, el organismo se mostró cauto ante posibles efectos negativos en el empleo y abogó por calibrar los siguientes incrementos para evitar repercusiones no deseadas.

LA INFLACIÓN SEGUIRÁ BAJANDO

La OCDE mantuvo sin variaciones respecto a septiembre sus previsiones de inflación para el cierre de 2025, que seguirá en el 2,6%. En 2026, quedará en el 2,3%, una décima más de lo esperado en sus proyecciones anteriores, mientras que en 2027 bajará hasta el 1,8%.

El estudio de la OCDE avisó de que las empresas no descartan subidas de precio a corto plazo, tanto en los servicios como en la industria. Sin embargo, la inflación subyacente también irá en descenso en los próximos ejercicios, hasta alcanzar un 1,8% en 2027.

REFORMAS ESTRUCTURALES Y CONSOLIDACIÓN FISCAL

El impulso que genera el “fuerte crecimiento” de la economía también da a España margen para acelerar el ritmo de reducción del déficit y reconstruir más rápido el espacio fiscal para “responder con eficacia a futuras crisis o recesiones”.

El déficit está previsto en el 2,5% para 2025 y en 2,3% tanto para 2026 como para 2027, según la OCDE. En lo que respecta a la ratio de deuda sobre el PIB, se estima que 2025 cierre en el 99,5%, baje al 97,9% en 2026 y quede en el 97% en 2027.

Atendiendo al Plan Fiscal y Estructural a Medio Plazo (PFEMP), elaborado por el Gobierno, el déficit fiscal debería situarse en el 0,8% en 2031 y la deuda, en el 90.6%. No obstante, la OCDE echó en falta “más detalles en las medidas políticas concretas para conseguir esos objetivos”.

Además, alertó de que, con las políticas actuales, la ratio de deuda sobre el PIB podría “incrementarse significativamente” en la década de 2040. Para corregirlo, la OCDE recomendó “abordar el aumento del gasto en pensiones, reducir el gasto ineficiente y mejorar los ingresos fiscales”.

Las reformas en pensiones de los últimos años no han conseguido reducir la fecha entre gastos e ingresos, sino que, al contrario, “se espera que se amplíe en las décadas futuras”.

Cualquier reforma que se aborde en el futuro debe contemplar “un ajuste en función de la esperanza de vida, la ampliación del período de referencia para el cálculo de los derechos de pensión o mecanismos similares”, y contar con “un seguimiento regular, dinámico y prospectivo de las presiones sobre el gasto en pensiones”.

En lo que respecta a la fiscalidad, la OCDE encontró que España tiene “margen para reequilibrar la combinación de impuestos hacia impuestos menos distorsionadores”.

La ratio impuestos/PIB de España fue del 37,3% del PIB en 2023, mientras que la de la OCDE se situó en el 33,9%. A juicio del organismo, la carga recae sobre el trabajo y desincentiva la creación de nuevos puestos. Además, España recauda menos del consumo que otros países de la UE y la OCDE.

Esta situación podría revertirse con una reforma fiscal más amplia enfocada a “impuestos menos distorsionadores”, con opciones como la armonización de los tipos del IVA y la reducción de las exenciones.

La OCDE también planteó la equiparación de los impuestos especiales sobre el gasóleo y la gasolina, y el refuerzo de los impuestos sobre la energía y los vehículos, junto con la reducción de la brecha fiscal para las familias con bajos ingresos.

(SERVIMEDIA)
26 Nov 2025
NFA/gja

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