Así lo precisó en un comunicado en el que expuso los principales resultados de un análisis realizado a 11 cajas de bombones con distintos rellenos y sabores.

Según explicó, “lo primero que llama la atención” de sus técnicos es la “variada” mezcla de grasas, dado que ocho de las 11 cajas de bombones seleccionadas sustituyen “parte” de la manteca de cacao por “otras grasas más baratas”, como la palma, el palmiste, la shea, el coco, o la grasa láctea y “alguna” marca “suma hasta cuatro grasas diferentes en un mismo bombón”.

En paralelo, también juzgó “criticable” sustituir parte del azúcar por jarabes de glucosa, práctica que observó en tres de los 11 productos analizados, al entender que se trata de una medida que “reduce la calidad de los bombones con el único propósito de reducir el coste”.

Junto a ello, subrayó que otro “defecto habitual” en “algunos” bombones es el llamado “Fat Bloom”, que definió como “unos puntos blancos de grasa que aparecen por mala conservación” y que, a su juicio, “lastra su calidad”.

Tras puntualizar que el ultraprocesado “afecta sin duda a la calidad del bombón”, aseveró que también lo hacen el propio diseño del producto, cuando la cubierta de chocolate que rodea el relleno es “demasiada gruesa”; el exceso de azúcar, que “anula” el sabor del cacao o el ‘Fat Bloom’, aspectos que se valoraron en las pruebas de degustación realizadas por un panel de expertos pasteleros.

Con respecto a las valoraciones destacó por su “mejor calificación global” dos productos de Ferrero Rocher y Pocket Coffee espreso.

Por lo que se refiere al primero, a la venta por 5,89 euros los 200 gramos y 29,45 euros el kilo, destacó su “agradable presencia” y que se caracteriza por tener “un sabor equilibrado y una buena textura”.

En cuanto al segundo, que se comercializa por 4,89 euros los 225 gramos (21,73 euros/kilo), resaltó “la potencia de sabor y su cuidada capa de chocolate exterior”.

A juicio de la organización, el coste de la caja de bombones es “sin duda otro factor a tener en cuenta”, ya que hay “significativas diferencias” entre las marcas seleccionadas, que van de 17,50 euros/kilo a 52,38 euros/kilo.

Asimismo, señaló que “lo mismo ocurre con su aporte nutricional”, ya que entre las cajas analizadas hay “todo tipo de rellenos”, que incluyen praliné, café, coco, licor, “unas veces de la misma variedad, otras veces mezclados”.