La OCU y FEACCU pondrán a disposición de los usuarios de Telefónica un modelo de denuncia, en el que acusan a la compañía y a los responsables de los teléfonos eróticos de un delito de estafa, castigado con penas de hasta prisión mayor.

La presidenta de FEACCU, Juan María González Cavada, y el dirigente e la OCU Nicolás Herraiz, anunciaron esta campaña tras entrevistarse con el senador popular José Manuel Molina, quien expresó su apoyo a la iniciativa.

Según los promotores de las denunias, la publicidad de los teléfonos 903 es ilícita "no sólo por el hecho de ser engañosa sino porque también atenta contra la dignidad de la persona y vulnera derechos reconocidos en la Constitución a la infancia, juventudad y la mujer".

Por su parte, el senador Molina dijo que el Consejo de Ministros debería insta a Telefónica a adoptar las medidas técnicas necesarias para separar las líneas 903 del servicio normal que presta a sus abonados.

A su juicio, "no es serio" que Telefónica saque beneficio de estas lineas. De cada 60 pesetas que cuesta una llamada al 903, son para Telefónica 38 que cobra por la linea y parte de las 22 restantes, al tener el 51 por ciento de la empresa Audiotex, dedicada a este negocio.

El senador popular afirmó que la solución no está en que los padres y los jefes hagan de gendares de sus hijos y subordinados, ni tampoco en poner candado al teléfono, sino en que Telefónica impida que sus abonados puedan encontrarse a fin de mes con una factura desorbitada.

Molina recordó que el pleno del Senado aprobó el pasado jueves por unanimidad una moción en la que insta al Gobierno a tomar medidas para evitar el peligro que los teléfonos 903 suponen para los abonados.