Hasta la fecha, “tenemos constancia de 72 muertes por este motivo, incluidos pacientes y trabajadores sanitarios”, y de más de 45 personas heridas”, declaró en rueda de prensa.

Según Adhanom, “atacar infraestructuras sanitarias supone una violación flagrante del derecho humanitario internacional”, y exigió el fin de estas actividades.

Informó de que la OMS ha entregado 160 toneladas de suministros médicos en Ucrania e instó a las autoridades rusas a permitir la llegada de más envíos de material sanitario, especialmente a “las ciudades más golpeadas y sitiadas, como Mariupol”. "Hemos emitido líneas, directrices y recomendaciones para las donaciones que incluyen una lista de suministros críticos que se necesitan de forma apremiante", explicó.

Por otro lado, Adhanom se refirió a la situación que se vive en Afganistán, donde también se precisa ayuda sanitaria de emergencia.

Según sus estimaciones, 24 millones de personas necesitarán ayuda humanitaria en este país antes de que termine 2022. Indicó que la llegada al poder de los talibanes provocó “un éxodo de profesionales sanitarios” y advirtió del peligro especial que corren las mujeres y las niñas, que no tienen acceso ni a la salud ni a la educación. Hace unas semanas, se prohibió de hecho la asistencia de las niñas a la escuela.

Por último, Adhanom destacó la guerra en Etiopía y la tregua humanitaria declarada hace unos días en Tigray. Sin embargo, “ni la electricidad, ni las telecomunicaciones, ni los servicios bancarios ni los servicios sanitarios se han recuperado aún”, lamentó.

"Cada hora es de suma importancia para aquellos que sufren de malnutrición desde mediados de diciembre”, y destacó que “el bloqueo, que lleva más de 500 días, es el más largo de la historia moderna".

Este jueves está previsto el envío de 95 toneladas de suministros para ayudar a la población de Etiopía.